After Love (Reino Unido, 2021) es la ópera prima del director Aleem Khan. Trata sobre el dolor de una mujer musulmana y cuenta con la magnética actuación de Joanna Scanlan. Mary Hussain (Scanlan) se convirtió al islam para casarse con Ahmed (Nasser Memarzia), quien trabaja como capitán en un transbordador que cruza el canal, pero su mundo se desmorona cuando su esposo muere y descubre que estaba teniendo una larga aventura con una mujer en Calais, Francia.
Dejando atrás su vida en Reino Unido llega a Francia para encontrarse de golpe con Genevieve (Nathalie Richard), pero es confundida con la señora de la limpieza que esta esperaba para ayudarla a mudarse de casa. Mary se infiltra lentamente en la vida de Genevieve y entabla una relación con su hijo (Talid Ariss), quien también es hijo de su difunto esposo. Por supuesto, la verdad sobre ella solo puede ocultarse por algún tiempo.
Joanna Scanlan se roba la pantalla como Mary, una mujer que eligió por amor abrazar y asimilar por completo una cultura que no era la suya, y que con la misma fuerza se estremeció al descubrir la traición. En medio de su dolor la curiosidad la impulsó a conocer la otra mitad de su esposo. El estado mental de Mary se retrata a través de breves secuencias surrealistas de grietas que aparecen en los techos, y acantilados blancos que se derrumban, pero el verdadero peso recae en el extraordinario rostro de Scanlan, con el dolor oculto parcialmente detrás de sus ojos.
Nathalie Richard también ofrece una buena actuación como la “otra”, mientras que Talid Ariss, como el hijo, es una incorporación joven e interesante. Juntos, forman una tríada disfuncional que comienza lentamente a conocer la verdad sobre el hombre que todos tenían en común, y aprenden el uno del otro.
After Love es una película tremendamente conmovedora sobre la complejidad del amor y el duelo, que maneja muy bien las emociones a través de su eficiencia narrativa y un ritmo rápido, sin perder el matiz contemplativo.
Aleem Khan es un director a seguir, cuyo estilo hiperrealista se equilibra perfectamente con el surrealismo psicológico, pero lo mejor de todo es Scanlan, una revelación dentro de una película conmovedora, melancólica y estupenda, que debe estar entre las mejores que se estrenaron el año pasado. No se la pierdan.