Comprender la trayectoria musical de David Bowie requiere, entre otras cosas, mirar «Ashes to Ashes» como una canción que encuentra al artista reflexionando sobre el periodo en que su adicción a las drogas hizo estragos en él y lo llevó a tener una conducta errática que, entre otras cosas, le hizo olvidarse casi por completo de la grabación de Station to Station (1976), uno de sus álbumes más importantes y que presentaría al mundo a su personaje más polémico, The Thin White Duke.
Enmarcado en Scary Monsters (and super creeps), el primer elepé que lanzaría durante los ochentas, examinaremos «Ashes to Ashes» para conocer el destino del Mayor Tom, el personaje que David Bowie presentó al mundo en Space Oddity, y cómo él fue objeto de una drástica reinterpretación a partir de las vivencias de su creador durante la segunda mitad de los setentas.
Por otro lado, nos aproximaremos a esta canción para hablar un poco de teoría literaria, particularmente de lo conocido como «intertextualidad», con el fin de visibilizar el carácter intertextual entre las dos canciones que mencionamos y también cómo, probablemente sin saberlo, nos enfrentamos a dicho concepto todos los días.
¿Mayor Tom? ¿Mayor Tom quién?
Bowie interroga al medio minuto de empezada la canción (Do you remember a guy that’s been / In such a early song?), reintroduciendo indirectamente al Mayor Tom en su discografía de estudio. El civil que encarna Bowie temporalmente le pregunta a alguien anónimo si recuerda a aquel astronauta que la humanidad mandó al espacio y del que nunca se volvió a saber. Once años pasaron de «Space Oddity» a «Ashes to Ashes», por lo que David también nos pregunta a nosotros si el Mayor Tom aún tiene un lugar en sus recuerdos o si, en cambio, ha desaparecido en la bruma de la irrelevancia y del olvido.
Se dice desde Control Terrestre que aquel hombre dio señales de vida (They got a message from the Action Man), y parece él no la ha pasado muy mal (I’m happy, hope you’re happy too / I’ve loved all I needed to love). Pero eso será rápidamente desmentido a continuación, cuando el Mayor Tom nos comparta sórdidos detalles que incluyen, entre otras cosas, chicas japonesas sintéticas, locura (The shrieking of nothing is killing), así como los efectos fisiológicos y económicos de la adicción a las drogas (And I ain’t got no money and I ain’t got no hair).
El Mayor Tom, aquel astronauta que se perdió en el espacio y fue más allá de la luna, ha recurrido a las drogas para mantenerse con vida. En Control Terrestre reconocen esta situación (We know Major Tom is a junkie), y reconocen también lo irónica y cómica que es su situación porque, a pesar de estar literalmente en lo más alto, el Mayor Tom se encuentra en el punto más bajo de su vida (Strung out in heaven’s high/Hitting an all-time low).Esta deplorable revelación alrededor de la actual condición del astronauta lo desmitifica y mitifica al mismo tiempo. Por un lado, el Mayor Tom pierde el estatus de héroe que había adquirido por el vuelo espacial relatado en «Space Oddity». Su lugar es ocupado por un nuevo mito que lo reducirá al mismo nivel que el del “coco”, “hombre del saco” o, como se le conoce en el idioma inglés, “boogeyman”. En esta nueva posición, el Mayor Tom no sería más que un recurso empleado por los padres para disciplinar a sus niños (My mama said to get things done / You better not mess with Major Tom), un símbolo del cómo no se debe actuar o de qué tipo de persona no se debe ser.
La narrativa autobiográfica de las cenizas
«Ashes to Ashes» es también otra canción en la que Bowie reflexiona sobre su relación con las drogas y cómo ellas lo debilitaron durante la segunda mitad de los setentas. El impacto que tuvo la cocaína sobre su estabilidad mental fue tal que el mismo Bowie afirmaría años después que no recordaba nada de la grabación de Station to Station (1976), y que ese álbum, para él, fue una obra hecha por alguien distinto a él (Pegg, 2011). Él, su entorno y quienes han trabajado su vida artística coinciden en que esta sería la época más oscura de su vida, lo que se refleja en la naturaleza del Duque Blanco, el personaje que David creó a partir de su rol protagónico en la película The Man Who Fell to Earth.
Volviendo a la canción, es posible encontrar algunas referencias de Bowie sobre los efectos del consumo y las dificultades de superarlo (Time and again I tell myself / I’ll stay clean tonight/ But the little green wheels are following me / Oh no, not again). Podría pensarse que estamos frente a una persona acosada por su propia adicción, y que dicho acoso encuentra un medio para manifestarse en su riqueza material si vemos a estas “rueditas verdes” como los pequeños rollos de dólares que se usan para aspirar cocaína y sustancias similares.
Bowie sabía que necesitaba un punto de inflexión que lo despertase y lo llevase a superar su adicción (Want an axe to break the ice), un medio con el cual poder aterrizar nuevamente en la realidad y reconducir su vida personal. Dicho punto de inflexión sería el viaje que Bowie realizaría a Europa para distanciarse del tóxico paisaje que Los Ángeles representaba para él. Sería en el Viejo Continente donde emprendería una terapia creativa en la que experimentaría con nuevos sonidos y formas de componer que resultarían en tres de sus obras más importantes y que juntas conforman lo conocido como la “Trilogía de Berlín” ( Hablamos de Low (1977), “Heroes” (1977), y Lodger (1979). Nótese que solamente el segundo fue grabado completamente en la capital alemana).
Nótese que la expresión que cierra la segunda estrofa de la canción, Wanna come down right now, da cuenta de las dos narrativas que se hibridan en la canción: por un lado, es una referencia a la necesidad que sentía Bowie por aterrizar nuevamente en la realidad para reconducir su vida, lo que solo conseguiría al desentenderse de los efectos inducidos por la cocaína. Por otro lado, es una expresión del deseo del Mayor Tom por volver a la Tierra, que ha dejado muy atrás en su vuelo hacia el espacio exterior.
Entre las pinceladas autobiográficas incluidas en la canción se encuentra una valoración de su trabajo artístico y su modo de componer (I’ve never done good things / I’ve done bad things / I never did anything out of the blue). En efecto, el Duque Blanco no siempre había tenido confianza sobre sus canciones y sus éxitos, pero algo que sí afirma es que era metódico y cuidadoso con su música, lo cual es difícil rebatirle.
Un apunte sobre la intertextualidad
Hasta aquí resulta obvio que es necesario volver a «Space Oddity» y sus acontecimientos para tener un mínimo de comprensión sobre lo que «Ashes to Ashes» nos quiere decir. Esta relación cronológica y narrativa entre las dos canciones da pie para realizar algunos apuntes sobre la idea de intertextualidad, que es propia de la teoría literaria.
La intertextualidad puede ser definida en sentido amplio como la interconexión de textos y significaciones y, en un sentido más estricto, como la relación de copresencia entre dos o más textos, o la presencia de un texto en otro (Mendoza, 1993). Esta relación puede consistir en alusiones que una obra hace de otra, la influencia que ejerce un determinado texto sobre otro, la presencia de un elemento narrativo en diferentes obras, u otras formas de afinidad entre textos.
Que un texto goce de intertextualidad implica que está en un espacio de relaciones recíprocas con otros textos, estableciendo nudos de significado susceptibles a análisis, interpretación y evaluación. De esto deriva que los textos no son unidades cerradas, sino que incorporan en sí códigos, lenguajes y elementos de obras previas, lo que facilita establecer vínculos entre las obras en el momento en que se identifica qué hay de común entre ellas.
La existencia de un espacio textual común no es para sorprenderse, sino algo frecuente de observar y desarrollar en el día a día. Dicho espacio textual común nos permite, por ejemplo, elaborar nuestro sistema de expectativas en torno a una nueva lectura en tanto la revisión de textos previos nos permite tener una noción de lo que podemos esperar con la nueva obra y, en consecuencia, tener una mayor comprensión de sus contenidos, así como de la estructura en que ellos estarán divididos.
La intertextualidad encuentra un espacio bastante fértil en la narrativa, donde es bastante común hallar continuidades (intencionales o no) en la obra de un autor, o en creaciones hechas por varios. Aunque no estemos conscientes de ello, la narrativa nos impulsa a pulir y poner en práctica nuestra competencia intertextual, es decir, nuestra capacidad de encontrar e identificar elementos comunes entre obras, así como de comprender dichos elementos por la relación que tienen entre sí.
La competencia intertextual es un recurso que tenemos para la construcción de sentido y para el descifrado de textos (González, 2012). Poner en práctica los lenguajes y códigos comunes entre un grupo de textos, así como hallar y relacionar sus elementos compartidos, nos ayuda a tener una mejor comprensión de lo que leemos, y también contribuye a que visualicemos las obras como objetos insertos en un determinado uso de códigos y/o lenguaje, entorno cultural, ámbito temático, etcétera, y no como fenómenos aislados.
Intertextualidad en «Ashes to Ashes»
El carácter intertextual de «Ashes to Ashes» respecto a «Space Oddity» recae principalmente en dos aspectos simultáneos, que son su condición de continuación directa del sencillo que Bowie lanzó a finales de los sesentas (su primer gran éxito a nivel comercial), y la presencia en «Ashes to Ashes» de los únicos y más importantes sujetos protagónicos de «Space Oddity», estos son, Control Terrestre y el Mayor Tom.
Por un lado, la historia del Mayor Tom queda inconclusa en la “rareza espacial” que Bowie lanzó al mercado en 1969, y su conclusión no llegaría sino hasta 1980, cuando nos enteramos de que el astronauta sigue con vida en el espacio, ayudado por un alto consumo de drogas. Lo que queda ambiguo en «Space Oddity», esto es, el destino del Mayor Tom, adquiere desarrollo en «Ashes to Ashes», desarrollo basado parcialmente en las experiencias de Bowie con las drogas.
La continuidad narrativa planteada anteriormente es posible a través del segundo aspecto que construye el carácter intertextual de «Ashes to Ashes» respeto a «Space Oddity», que es la incorporación en la canción del Mayor Tom y el Control Terrestre. Su mera inclusión ya hace que la obra no pueda comprenderse del todo por sí misma, sino con relación a una pieza previa y que incluye estos dos elementos dentro de sus límites, y esa pieza es «Space Oddity».
Esta continuidad entre las dos canciones es interesante de examinar a la luz del título de la canción. La expresión “ashes to ashes”, o cenizas a cenizas en nuestro idioma, es la primera parte de la expresión “cenizas a las cenizas, polvo al polvo”, que es bastante frecuente en los servicios funerarios de la Iglesia anglicana. Esta expresión, que tiene formas similares en el libro del Génesis y en Eclesiastés, refiere al hecho de que, desde cierto punto de vista, el cuerpo humano proviene de la tierra, y que es la tierra el punto de inicio y final de nuestra existencia.
Valdría decir, entonces, que Bowie quería dar un cierre a la historia del Mayor Tom en «Ashes to Ashes», pero también a una etapa bastante difícil y complicada de su vida, por lo que esta canción puede ser una especie de borrón y cuenta nueva del Duque Blanco, que mira hacia su pasado y decide dar un cierre en orden de tener un nuevo comienzo en la década que apenas empezaba.
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Dos elementos son importantes en la comprensión de «Ashes to Ashes», estos son, «Space Oddity» como antecedente musical y textual directo de la canción, y cierto conocimiento biográfico respecto a la vida de Bowie en los años previos a Scary Monsters (and super creeps). También podría decirse que dicho conocimiento es metatextual dado que, para adquirirlo, hemos de ir más allá de lo planteado en la obra. En este caso, nos ubicamos en Bowie y sus duras experiencias con la heroína y la cocaína, así como en el posterior periodo de desintoxicación, simultáneo con tres de los álbumes más influyentes de su discografía.
«Ashes to Ashes» se consolida como escenario de dos narrativas que confluyen y resultan en un texto híbrido: Por un lado, es espacio de otra reflexión de Bowie sobre la drogadicción que lo aquejaba principalmente durante la época de Station to Station y de la cual pudo librarse en el transcurso de la Trilogía de Berlín. Por otro lado, también es un cierre de la historia de su primer gran personaje, una resolución a un enigma que estaba flotando desde los inicios de su carrera y al que dio respuesta 11 años después de su origen.
Reinterpretar a uno de sus personajes más emblemáticos para dar cuenta de una etapa difícil de su vida, esto es lo principal que hace David Bowie en «Ashes to Ashes». El Mayor Tom es humanizado y revelado como alguien que no es un héroe, sino una persona con defectos al igual que todos nosotros. Bowie los tuvo también a lo largo de su vida, y esta es una de las instancias en que los admite y reflexiona sobre ellos para seguir adelante.
Bibliografía
Gónzalez García, J. (2012). Intertextualidad y desarollo de competencias comunicativas y narrativas. Revista Iberoamericana de Educación. Obtenido de https://rieoei.org/historico/deloslectores/5086Glez.pdf
Mendoza Fillola, A. (1993). El concepto de intertextualidad en los textos literarios y en las artes visuales: una reflexión didáctica sobre la contiguidad cultural. III Simposio Internacional de la Sociedad Española de Didáctica de la Lengua y la Literatura (págs. 333-342). La Coruña: Universidad de La Coruña. Obtenido de http://ruc.udc.es/dspace/handle/2183/9236
Pegg, N. (2011). The Complete David Bowie. London: Titan Books. Obtenido de https://www.pdfdrive.com/the-complete-david-bowie-d164926469.html