El lenguaje que la nombra (Las Cruces NM: Ediciones La Mirada, 2023), el nuevo libro del poeta, escritor y académico peruano Enrique Bernales Albites, es un viaje hacia diferentes lugares y experiencias de la condición humana. En el prólogo se resume el libro como una reflexión filosófica, espiritual y poética, sin embargo, habría que agregarle otra aspiración importante y que suele esquivarse actualmente, la de la universalidad, puesto que el viaje en cuestión es uno alrededor del poema como un dispositivo de largo aliento que a través de distintas referencias nos propone una reflexión sobre la ciudad universal escrita por un viajero o flâneur universal para un amor igual de universal. Esta selección, realizada por el autor para MenteKupa, es una forma de acercar la obra de Bernales al público venezolano y de más allá de lo que permiten las sincronías del ciberespacio.
Miguel Antonio Guevara
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De la sección: GARDEN CITY La tienda No tengo ganas de abrir la tienda ¿qué debo vender? no hay diferencia entre vender y no vender ¿por qué debo vender algo de dulzura cuando siento tanto dolor? ¿Para quién puedo vender dulces? todos estamos presos algunos ya han huido hasta el aeropuerto se oyen disparos y el ruido de las motos Agotado con dolor y tristeza debo vender ese es mi destino vender algunos dulces nací para venderSuéñamea las afueras de K (1842) en el caliente verano de tus pesadillas bebiendo la sangre de tus caballos no soy una ensoñación y los huesos de los perros descansan con sus collarines de metal ardiendo sobre las casacas rojas de sus dueños Todo pertenece alirresistiblepasado incluso mi cuerpo incluso mihistoriaEn las montañas del Hindu Kush Prometeo es torturado todos los días hasta el final de los tiempos desde mi ventana se escuchan los lamentos del titán que se robó el fuego para iluminar la ciudad Es verano y no hay nada que celebrar y menos ahora soy un vendedor de dulces y canto con melancolía dentro de mi tienda cerrada nadie va a romper esta jaula ni siquiera ellos cantaré con melancolía mi propia muerte una melodía pashtún Soy muchos álamos en el atardecer de mi sentir barrilete brillante que endulza el cielo sobre los jardines azules de Babur, la ciudad feliz, del otro lado de los muros se escucha el lamento de una mujer metáfora de esta ciudad No soy un débil álamo lo único que quiero es morir y a Dios ni siquiera le importa eso ni mi vida después de la muerte apenas el viento y los barriletes luminosos Dulce Dulce como sheer yakh cual piedra cual álamo cual carnero mi señor no discierne He caminado por muchas ciudades me he peleado borracha en Leipzig Strasse he descendido por las escalinatas de la Isla del Sol me he bañado en el Mediterráneo he amado encadenada en un puente de París he devorado camarones como una posesa en el Golfo de México porque también tengo que comer he montado en bicicleta hasta estrellarme contra la línea verde en New England y los ojos de mi amado esos ojos saltarines de embrujo tienen más mundo y aventura que cualquier ciudad por conocer La voz de mi amado me invita a soñar me desviste y me invita a explorar el jardín del patio trasero como una iniciación para llegar hasta la cumbre más alta el foso más profundo la ciudad más cosmopolita ese es el poder de la voz de mi amado su voz es un árbol de mil soles de sueños y esperanza De la sección: AVENIDA CUAUHTÉMOC Oxxo (poesía inmanentista) Entre irse y quedarse duda el día, enamorado de su transparencia. Tavi Paz Momento mágico de la noche mística de cenicienta minutos antes de las doce la hora donde reina Vasudeva oferta inesperada nacida de mito y sensualidad entre irse y quedarse en este mar de chelas chelas chelas y más chelas Pueblos de México Unido latas sagradas de chelas entre mis manos Vaishnav Astra de los pendejos borrachos la poesía grita en tus paredes Oxxo Oxxo Oxxo nunca te sumerjas nunca mueras por los siglos de los siglos tus hijos te recordaremos y te rendiremos culto oh templo de fumones y alcohólicos de góticos y sentimentalitos Ciudad Neza (58 años) Nos dejaste sin provisión en la tierra, por esto a mí mismo me desgarro. Nezahualcóyotl Repartes flores que embriagan Kakawa Xochitli Moyawa Calle Cielito Lindo: los corazones Calle Las Mañanitas: las cantaba el Rey David Calle Escondida: el Mashiach se lleva a toda la defensa, incluso al arquero en las tierras del Levante Calle 19: he venido a estar triste Avenida Pantitlán: los Contemporáneos o es ya el cielo o la noche que me reclama cantaría Gilberto Owen fumándose un cigarrito frente al Mar Pacífico de Moby Dick y Martín Adán Avenida Central: estadio Neza 86 Ángel Corral: ciudad Neza es nuestro Oriente la tarde nublada del 8 de junio de 1986 conocería ciudad Neza por la televisión la Dinamarca de Michael Laudrup nos haría recordar a la Naranja Mecánica del 74 y derrotaba dando una lección de fútbol total por seis a uno a la República Oriental del Uruguay del Enzo y Benedetti los narradores no gritaron: mi táctica es… mirarte… aprender como sos… quererte como sos… los narradores gritaron: Neza, Neza, Neza para todo el mundo y cada gol de los daneses era más que táctica y estrategia Y en Montevideo todos los gurises eran el emperador poeta sin provisión en la tierra: hemos venido a estar tristes Calle Norte 1: planta-semilla-planta el tirito prodigioso de la carne como un vuelo de pájaro invencible bajo el cielo y los corazones iluminados de ciudad Neza, que esa tarde nublada del 8 de junio de 1986 fue más que táctica y estrategia Coyoacán La ciudad me era tan labio tan capullo tan pezón. Mario Santiago ¿He venido hasta Coyoacán en busca de cariño? Hasta hace muy poco no entendía el poder del cariño en mi escritura cariño + conocimiento = sabiduría Escribir poesía es también escuchar y escuchar es dejarse habitar por otras voces Camino y doy vueltas en torno a la fuente con mi sombrero de piel de conejo de Tucumán camino y las aguas que escupen los coyotes adquieren una sonoridad poética y siniestra camino con mi bolsa «Le beau est toujours bizarre» ese verso de Baudelaire que ni él mismo se lo cree camino con mi diario que no es el diario que quemé y enterré en Madrid muy cerca del bar donde Rubén Darío degustaba el jerez más delicioso del mundo Los paseantes de la Plaza de los Coyotes se me quedan mirando algunos juegan con sus teléfonos otros se sonríen escucho muy cerca los cánticos de los Hare Krishna Camino cada vez más rápido y el sonido del agua que baña las figuras de los coyotes se escucha con más nitidez cierro los ojos y camino hasta que tú llegas y me abrazas hasta que me desnudas me besas me muerdes y recibes con generosidad mexicana mi historia sudamericana: mi taco envenenado Insurgentes Yo te enseñé a Rilke. Güeros Hace veinte años hacíamos el amor en tu departamento de Coyoacán unos meses después te enviaría un libro escrito por mi propia sangre mi propia sangre que me señala el camino mi propia sangre hecha de inconsciente grass y caracoles Ahora estoy sentado a tu lado conversando sobre todo aquello que se conoce como la vida Sentados en una banca de la plaza Río de Janeiro sonreímos en calma nuestras miradas observan la misma escena: unos chavos besándose apasionadamente abandonando sus pensamientos abandonando la universidad con los libros en el piso donde el conocimiento o el universo mismo colisiona con caca de paloma De la sección: EL CANÍBAL DE MANHATTAN The Starry Night: una visita al MOMA Pensaba que el poema iba a salir simplemente al respirar las estrellas insomnes que perturban la noche En el movimiento insomne de las estrellas que los asiduos visitantes del MOMA imperturbables se niegan a tocar yo encontraba las olas inmensas de Hokussai Soy un ser marino lo había olvidado no percibo, como antes, los olores del mar en el verano las largas estancias enterrado bajo pulgadas de nieve me han condenado a la pérdida del olfato aunque, por otro lado, me han aliviado del asma Apenas una semana enarenados los pulmones así, al batir sus alas, las estrellas de Hokussai habrán logrado redimirme cierro los ojos decido besar el cuadro y no me importa si me gritan so close, so close He de confesarles que le he arrancado un pezón a la noche el daño es irreparable (el aroma de las estrellas, la luminosidad insomne de las olas) call the police De la sección: MELODÍA DE BELFAST Dekabristy Esto sucedió no hace mucho, fue durante el reino de Alejandro II. León Tolstói Hermoso decembrista de ojos negros te están buscando tus tierras tu uniforme de gala tus títulos han sido devorados por el fuego del dragón Te diriges con la nieve como tu mejor aliado más allá del Cáucaso recuerdas las noches blancas de San Petersburgo los bailes las reuniones secretas con tus camaradas ejecutados Recuerdas las copas de champagne luminosas y las sonrisas de los jóvenes que como tú querían cambiar el mundo y enfrentarse al fuego del dragón con una sonrisa colgando de su rostro como única armadura Recuerdas que ebrio te hincaste ante el sol de medianoche en la plaza de San Pedro el Neva frente a ti Juraste acabar con la autocracia ahora eso ha quedado atrás ahora el desierto es tu destino, Yury, El dragón es inmenso y peligroso ha incendiado todo a su paso ahora va a por ti está muy cerca por eso no dejas de acariciar tu espada y confiar en la fuerza de tu caballo Avanzas para esconderte allí donde nadie conoce tu nombre donde eres un vagamundo Despiertas, has estado aquí antes en las puertas de esta ciudad del desierto acariciando los mosaicos de las mezquitas, correteando en las calles llenas de vendedores de especias y telas escuchando al viejo mendigo recitar los versos de Omar Qayyam Has estado aquí antes esta ha sido tu casa Samarkanda, la ciudad azul, te da la bienvenida querido Yuri, hermoso decembrista de ojos negros Los amantes del Transiberiano Oh no, not me. We never lost control. You're face to face with the man who sold the world. David Bowie El Rossiya abandonó Moscú hace seis días más de nueve mil kilómetros de distancia ha cubierto el tren de colores blanco azul y rojo ya no queda recuerdo del gran Cristo Rojo sí en cambio del Cuerno Dorado de un Pacífico muy distinto al de la Bahía de Ancón el imponente San Jorge decapitador de la hidra la catedral ortodoxa del mismo nombre decorada con imágenes del Cristo Pantokrator el señor de azul la plaza de los héroes soviéticos que recapturaron la ciudad liderados por Ieronim Petrovich Uborevich quien luego fuera ajusticiado por Stalin durante las purgas del 37 él escribe el poema en un papel que apoya en su espalda ella le susurra un nombre Vladivostok él lo incorpora al poema Vladivostok la ciudad donde los niños se visten de gala y ofrecen flores a sus maestros el primer día de escuela ella y él se toman fotos sonríen están felices como dos niños y sus corazones laten al ritmo del Transiberiano Muy lejos de París y sus puentes los vendedores uigures calculan con sus ábacos el precio de los tomates que les van a vender Cae la noche y los amantes se divierten comiendo tomates jugando a las cartas y haciendo el amor en el Transiberiano Isla de Sajalín Te estaba esperando en la frontera rusa del Pacífico yo había llegado a esos territorios antes que tú, viajera El estrecho de Lapérouse separa Sajalín de Hokaido ¿qué nos separa a nosotros? Para encontrarme tenías que hacer primero un viaje a Chicago te estaba esperando en la frontera rusa del Pacífico toda la vida y tú, viajera, viniste a mi encuentro en busca de un primitivo recuerdo exploradora de otros mundos con los ojos llenos de nostalgia La frontera rusa del Pacífico es un territorio de sueños es la tierra del primer amor yo llegué primero y me diste el encuentro con tu diploma como si fuera un mapa con coordenadas específicas y nos sonreímos La bella circasiana y el poeta Por promesas sus pies revelan. Aleksandr Pushkin Más allá de las olas temibles del Báltico la promesa de lamerle sus pequeños y deliciosos pies se revela, mi hermosa circasiana, rendido me entrego a su gobierno, yo exiliado en Besarabia yo quien di vida a Oneguine ella es el fuego salvaje de los trenes del delirio amo sus pies, amo los pies de mi querida Tamara ocultos detrás del mantel blanco, tan blanco como el invierno de fiebres brillantes, se mueven sus deditos, deditos circasianos que te cucharean el alma ¿Dónde está Oneguine? medio dormido se lanza sobre la cama después de bailar sin parar la noche entera afuera la ciudad despierta San Petersburgo despierta, el panadero alemán orgulloso abre la puerta a sus clientes en Okhtenka los cocheros se alistan para recoger a sus primeros pasajeros, ah, el aroma del pan recién hecho, el vaso de leche fresca servido por las muchachas de Okhtenka, sus sonrisas paralizan mi escritura brevemente en la ribera occidental del Neva un escritor africano escribe la historia de Rusia Mi bella circasiana moviendo sus diminutos pies detrás del mantel blanco observa los movimientos de mis manos africanas, mis manos torpes exiliadas en la ciudad de los dos ríos sus diminutos pies acarician mi rostro mi barba ingresan en mi boca con suavidad y me ahogan sus perfumes de tierras lejanas y sueños entrañables sus ojos no me juzgan, sus ojos y todo su cuerpo se precipitan contra mi frágil existencia de escritor nacional La noche cae en Besarabia y su luna ilumina nuestros cuerpos De El lenguaje que la nombra (Las Cruces NM: Ediciones La Mirada, 2023). *** Más sobre El lenguaje que la nombra de Enrique Bernales Albites en Latino Book Review.