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Dentro de un mundo pleno de violencia, guerras, injusticias, manipulaciones mediáticas, corrupción a todo nivel, terrorismo, mentiras institucionales, contaminación ambiental, alienación y un largo etcétera de malas noticias, la poesía, la palabra de Elicura Chuhuailaf se alza como voz de protesta pero, también, de paz, de silencio, de naturaleza original, de meditación; una voz encriptada dentro de un poema, reflexión o discurso narrativo que ejerce como espejo en donde reflejamos y contraponemos nuestras palabras, nuestros silencios, nuestros pensamientos, nuestros miedos y dudas. Desde ese ejercicio de contraposición como canal de comunicación, como vaso comunicante se eleva un nuevo pensamiento, una visión más lúcida, un nuevo lenguaje, una nueva transmisión.
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Elicura Chuhuailaf (Quechurewe, Región de La Araucanía, 1952) desea escribir sobre sus sueños y espíritus, nos desea relatar sobre la casa en donde nació, situada en una colina, de robles partidos en invierno, del sol “con dulzor a miel de ulmos” o del pan horneado por su abuela. Sus poemas nos internan dentro de un mundo cotidiano pero enigmático, similar al creado por los milenarios haikú. Versos surgidos de un permanente diálogo con el entorno y que, una y otra vez, nos sitúan al borde de una revelación. Dentro de un espacio animado y eterno, en donde los árboles, los ríos, los pájaros cobran vida para que el hombre y la mujer de hoy puedan leer y reflejarse en esos signos cósmicos.
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Recientemente premiado con el Premio Nacional de Literatura 2020, el poeta ya había publicado los siguientes textos: El invierno y su imagen (1977), En el país de la memoria (1988), De sueños azules y contrasueños (1995), Sueños de luna azul (2008) y ha sido incluido en diversas antologías y revistas literarias en Latinoamérica y Europa. Además, Elicura Chuhuailaf es un poeta, un escritor, un oralitor en permanente dinámica, en permanente contacto con su comunidad y el mundo; invitado a escuelas, colegios, liceos, recitales y festivales de poesía y literatura en Chile, Latinoamérica y el mundo. El poeta, como canal, como vaso comunicante nos invita a conocer a su pueblo pletórico de sabiduría, de naturaleza no contaminada, de ternura ancestral y de humanidad; entre el campo y la ciudad, los viajes y su comunidad, el poeta nos invita a recuperar el mito perdido, el susurro del diálogo original, el viento y el ruido eterno de las olas del mar de su pueblo mapuche.
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La poesía de Elicura Chuhuailaf es palabra y templo; es la materialización de la palabra sacra, de lo sagrado, que para su pueblo mapuche y la mayoría de los pueblos indígenas recae en la totalidad del universo, un universo que conforma todo aquello que es natural y que no está corrompido por la mano del hombre. El poeta intenta aprehender aquello que no puede tocarse, que no puede entenderse, que no tiene nombre, que es el soplo y principio de la vida natural. El poeta se afana en atrapar la esencia divina que se encuentra en la naturaleza y para ello, el poeta despoja a la palabra de cualquier artificio, de toda manipulación y pretende reducir su decir a la más elemental expresión, a aquella que no presenta retoques ni transformaciones posteriores.
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Finalmente, nos adentra en la compleja cosmogonía mapuche, en la rica y ética tradición espiritual; ética, conocimiento y tradición que ha sido invisibilizada y colonizada por un sistema que ha destruido y contaminado la naturaleza, que ha mentido y manipulado inescrupulosamente con el fin de lucrar, que ha acallado una voz divina y sabia. Por lo tanto, nuestra deuda, nuestra labor consistiría en conocer la obra de Elicura Chihuailaf y de adentrarnos cada día más en el complejo pero, asombroso y lúcido mundo mapuche.
Selección poética
En el país de la memoria
Retroceden ríos, piedras y los pájaros
remontan hacia abajo
Los canelos sagrados nos recuerdan oraciones
mientras las machis en los últimos bosques
se refugian
No hay serpientes que eleven adormilados cerros
No hay estrellas, solo la pálida luna
nos alumbra y oculta en su otra cara los temores
La nutria del mar guarda silencio
pues sabe que el invisible barco es
más fuerte que el acero
En el país de la memoria
somos los hijos de los hijos de los hijos
La herida que duele, la herida que se abre
la herida que sangra hacia la Tierra.
En este suelo habitan las estrellas
Tvfaci mapu mew mogeley wagvben
Tvfaci kajfv wenu mew vlkantuley
ta ko pu rakiduwam
Doy fvta ka mapu tañi mvlen ta komv
xipalu ko mew ka pvjv mew
pewmakeiñmu tayiñ pu fvcakece yem
Apon kvyeh fey tañi am -pigekey
Ni hegvmkvleci piwke fewvla ñvkvfvy.
En este suelo habitan las estrellas.
En este cielo canta el agua
de la imaginación.
Más allá de las nubes que surgen
de estas aguas y estos suelos,
nos sueñan los antepasados.
Su espíritu -dicen- es la luna llena.
El silencio, su corazón que late.
De su libro El invierno su imagen y otros poemas azules (1991)
Ini rume ñamvm noel chi llafe
Feyti vlkantun che mu rume
….kvmelay, pigeken
Ka fey ti mawizantu ayiwigvn
….ti pu aliwen
ñi kallfv folil mu egvn
ka ñi chagvll negvmi ti kvrvf
chalilerpuy vñvm egu
….ti Pvnon Choyke*
Feyti vlkantun alvkonchi wirarvn
….feyti pu lalu
kiñe pin ti tapvl rimv mew
feyti weñagkvn feyti wecheche
ñi petu zugu ñi kewvn
welu ñami ñi pvllv
Feyti vlkantun, ti vlkantun fey
kiñe…. pewma feyti afvl chi mapu
tami ge ka iñche ñi ge, vlcha
allkvfe piwke, ka feychi
….vl zugulvn
Ka zoy pilayan, ini rume penolu
ti llafe ini rume ñamvn nolu
Kas vlkantun fey ñi vl tañi
….pu Kuyfikeche
pukem antv mu vy lu ka chonglu
feyta chi kisu zwam weñagkvn.
La llave que nadie ha perdido
“La poesía no sirve para nada me dicen
Y en el bosque los árboles se acarician
con sus raíces azules
y agitan sus ramas el aire
saludando con pájaros el rastro del Avestruz
La poesía es el hondo susurro de los asesinados
el rumor de hojas en el otoño
la tristeza por el muchacho
que conserva la lengua
pero ha perdido el alma
La poesía, la poesía
es un gesto, un sueño, el paisaje
tus ojos y mis ojos muchacha
oídos corazón, la misma música
Y no digo más, porque nadie encontrará
la llave que nadie ha perdido
Y poesía es el canto de mis Antepasados
el día de invierno que arde y apaga
esta melancolía tan personal”.
De Sueños Azules y Contrasueños (1995)
Ko ñi newen yeneenew
Zewma fvchan iñche aliwen
rayilelu mu
azkintulen fiñ ti afpun mapu
Tunten kvrvf mew miyawken?
kimlam
Nome lafken mew petu konchi
antv mew
werkvlenew zewma ñi Kallfv Kvyen
amuan ka ñi llowmeafiel
pu Fvchakecheyem
Kallfv, kallfvley tati mapu
chew yiñ amuan
Ko ñi newen ñochikechi yeneenew
Wenu Lewfv kiñe pichi troykeley
mvten tuwaykvlelu kom
afpun Mapu mew
Tvfachi Pewma mew mvlewean:
Remumvn pu remukelu! Ñvkvfkvlen
amutuan
lakenochi vlkantun mogen mew.
Los poderes del agua me llevan
Viejo estoy y desde un árbol
en flor miro el horizonte
¿Cuántos aires anduve?, no lo sé
Desde el otro lado del mar el sol
que se entra
me envía ya sus mensajeras
y a encontrarme iré
con mis abuelos
Azul es el lugar adonde vamos
Los poderes del agua me llevan
paso a paso
Wenulewfv, el Río del Cielo
es apenas un pequeño círculo
en el universo
…………En este sueño me quedo:
¡Remen remeros! En Silencio
me voy
en el canto invisible de la vida.
De Sueños Azules y contrasueños (1995)
Kura
Kura nike pvllv
feypikey taiñ pu Che
fey mew
guyu gekelayay
ñi Gutramkangeael feyegun
Mvley kumeke kura
ta pu Machi tukukey
-purukemu-
ñi Kultrug mew
Ka mvley wezakekura
Wilvfvke fizrio
Reke kare llawfeñ pelom wvlkey.
Piedra
Las piedras tienen espíritu
dice nuestra Gente
por eso no hay que olvidarse
de Conversar con ellas
Hay piedras positivas
que las Machi / los Machi ponen
-para que dancen-
en sus Kultrun
Y hay piedras negativas
que brillan como vidrios
y solo dan sombras de luz.
Estos cantos
Los arreboles del alba
sostienen mi espíritu
Así como estos cantos
sujetan la angustia
de mi corazón.
Por los amados surcos de la mañana
MI ALMA FUE PREGUNTANDO POR EL AMOR
Cuando supe que tú me habías olvidado
se borró en mis ojos el color de la
Naturaleza
y, en su oscuridad mis pensamientos
sólo desearon vagar por todas las tierras
Así anduvieron buscando tu realidad
la fuente misteriosa del recuerdo
Qué dolorido durmió todo ese tiempo
mi corazón sin saber nada de ti
Con las estrellas Azules de la mañana
mi alma fue preguntando al rocío
al aroma de las plantas y de las flores
Acompañó el vuelo de las aves y
de las mariposas
y entró en las aguas claras turbias
de la lluvia
Largamente hablé también, me dijo
con el viento y con la luz del sol
Yo estaba muy enfermo desde
que supe que tú me habías olvidado.
De tanto mirar tu rostro sonriente en la Luna
pensé que habían pasado ya muchos años
Pero en el canto de las bandurrias
sonaron recién las campanas del atardecer
(Las oyes lo sé, me dijo mi corazón dolorido)
Ahí entonces supe que eras el espíritu de un sueño
del que nunca jamás despertaría
Feyti chi rvpvl rvgan puliwen mew
Ñi pvllv ramtulerpuy
Ti ayikawvn mew
Kimlu iñche ta mi goymafiel
Pewlafuy ñi ge ti afvlkan mvlelu
Mapu mew
ka zumiñ mew, rakizuam
rupa nampiyaufuy kom mapu pvle
Femgechi kintuyaeelfuy ta mi chumgen
kim noelchi tukulpan mew
Wñangkvn umaqtulu kom fey chi antv
ñi piwke, rvf kimnon ta mi chumlen mun
Feyti puliwen Kallfv waglen mew
ñi am ramtulerpuy mvlfen mew
eeyti nvmvn anvmka ka ti pu rayen
Azkazifi ti mvpv chi pu vñvm
ka ti pu llampvskeñ
Fey kompuy pu lif (kurv) mawvn ko mu
Alvkeñma zugun kam, pienew
Kvrvf mew ka ti alof antv mew
Iñche mvna kutrankvlefun kimkalu mvten
ta mi goymafiel
Afkentu azkintun ta mi age ayiwkvlen
ta Kvyen mew
fentren tripantv rupalu trokiwtun
Welu feyti pu rakiñ ñi vl mew
fewla zuguy ti kon antv kullkull
(Allkvfimi, kimfiñ, pienew ñi weñagkvn piwke)
Fey wvla fey kimfiñ ñi Pvllvgen Pewma mu
ñi rumel nepewenoafel.
Del libro Sueños de Luna Azul (2008)
Bío Bío, Sueño Azul
Elel mu kechi malall, wiño petu ñi kuyfimogen
Feypi Willi Kvrvf ñi Pvllv mogeley tati
Iñchiñ ñi kom pu che, ñi pu wenvy, mvlfen ñl mogen.
¡Represas no! ¡Que mis raudales sigan!
¡Represas no!, que vuelva la libertad florida.
Así dice el espíritu del viento sur que no perece,
pues son mi gente, mis amigos, el rocío de la vida!
La luna es el ave
que va alumbrando mis palabras,
su canto, memoria
del sol sobre mis aguas,
de dónde sino el brillo de mis peces,
de dónde el verde de mis araucarias.
Esta es mi madre tierra,
de todos mis antepasados.
¿Se quedará sin sombra
el valle en que florece
el pensamiento, el aire
que sembramos?
Somos danza de amor cuando amanece.
Bío Bío, sueño azul de mis antiguos
y soy quien viene a tocar
tu corazón a ver si crece
la lucha total
a nuestros enemigos.
Que mis raudales sigan,
que vuelva en flor la vida libre,
espíritu del viento,
aliento de llovizna.
Bio, Bío, sueño azul es uno de sus poemas más conocidos; actualmente forma parte del repertorio de numerosas agrupaciones dedicadas al cultivo del cancionero popular latinoamericano.
Saludos desde Texas, Marcelo Seguel Bon,