¿Conoces a la escritora Emira Rodríguez?
(…)
nomeolvides carackas ave del paraíso flor de las berberías
lenta serpiente negra nomeolvides
chaparrillo morado palo sano con olor de vainilla
nomeolvides clavel de galipán
diego de noche ixora flor de yeso
floripón estoy triste bajo las ramas nomeolvides
nomeolvides camelia de metales pálidos falcón
de enredadera clavellina
malva noche de insomnio mal amor
no me olvide.
Poeta, artesana y pintora venezolana, nacida en 1929.
Su poesía se desarrolla a través de imágenes oníricas y surrealistas.
Empezó a escribir a escondidas del esposo con quien vivía en Italia. La violencia de género de la que era víctima la hizo huir de regreso a Venezuela, dejando atrás a sus hijos.
comenzó a cantar el pájaro
hace frío hace muchos años de venir andando
hace siete falenas y una comarca estéril
hace soledad hojas de maíz
hace tristeza
no más decir que todo lo pudo silenciar el agua
(…)
Después de años de lectura, de búsquedas personales, de labrar la palabra en silencio y a solas, nació su primer poemario La casa de alto (1972), donde retrata vivencias de su genealogía, mitología indígena, la presencia del abuelo, infancia entre pilón de maíz y cuentos nocturnos de espantos.
(…)
cuando papá viejo comenzaba a contar su
cuento yo me convertía
en una goleta
las goletas navegan por el mar
era lindo navegar por los caños bajos del río
cuando llegan
al mar aguas abajo y volver cargada de
turpiales para las jaulas de Inatolla
ella se levantaba todos los días con la oscurana
para hacer
la sopa de los pájaros
(…)
En 1975 publicó el poemario Malencuentro, pero tenía otros nombres; y Como sueños ajenos en el 2001.
Sobre su poemario Malencuentro…, Juan Liscano escribió:
Malencuentro es un libro único cuya originalidad absolutamente involuntaria e intensamente vívida converge en una operación lingüística asombrosa, en una estructura poética que, por lo menos, debería haber suscitado entre los mismos poetas o los enamorados de la poesía, interés de estudio, de conocimiento, develamiento de ese modo insólito de arreglar los elementos verbales, las vivencias, los hechos subjetivos, los símbolos y la desordenada pero poderosa carga mitológica, chamánica, de inspiración mágica (…) Lo que miles de escritores fingen, desordenando el lenguaje, forzando la construcción verbal e imitando desde afuera los trances psíquicos, lo alcanzó Emira Rodríguez por vía natural.
Publicó poemas y relatos en Cuadernos Hispanoamericanos y en diversas publicaciones venezolanas, y trabajó en la revista Zona Franca.
digo
que todo formaba parte de los túneles de las
entradas laterales de los dolores que nos
fuimos abriendo a golpe de vida
con fuerza de agua con los plumajes mojados
de arcilla los sueños dispersos como plaga
sobre la milenaria arcaica la ciudad de los gitanos
los habitantes únicos
digo
que hubo un pájaro cóndor
que éramos siempre sin principio
que pudimos recoger los pasos
(…)
Impresiona que aunque Emira dejó el legado de una nueva estética poética al escribir desde una vorágine psíquica, su trabajo literario tuvo poca difusión, estudio y lectura. Las búsquedas espirituales y ancestrales, unidas a una poderosa artesanía del lenguaje, crearon un mundo poético de vanguardia que no apeló solo a las formas sino a exaltar una identidad de fuertes raíces latinoamericanas.
padre nuestro wanadi
para que no vayamos siempre gimiendo para encontrar
el fondo de la ausencia para ser buenos por dentro
para sabernos padre nuestro wanadi
en torno a mí de cara al sol los hombres danzan
se alejan de este paraje extático vamos naciendo
quisiera regresar a la laja del río mirar pasar las
velas sin marcharme tras ellas oír los signos y las
cosas sonidos sordos
(…)
La poesía de Emira Rodríguez es un canto cosmogónico con imágenes fundacionales de nuestra cultura. Al leer sus textos nos identificamos como parte de un colectivo que comparte los mismos orígenes y principios. Se trata de alegorías que incorporan elementos míticos y referencias históricas con ritmos recurrentes que, como demiurgos, crean lenguaje y fundan historia.
Clementina Pifano Arévalo.
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Referencias
Rodríguez, Emira, La casa de alto, Editorial Tiempo Nuevo, Caracas, 1972.
Rodríguez, Emira, Malencuentro pero tenía otros nombres, Fundación Editorial el perro y la rana, Caracas, 2008.
Rodríguez, Emira, Como sueños ajenos, Fondo Editorial Biblioteca del estado Nueva Esparta, 2001.
Buscando..buscandito….ayyy tesorito desta tierrita mía en los puertos escondida a orilla de mar a Emira encontré?
Dulce de pitahaya,color de tomate de la isla… toda ella ..me voy a deleitar.