Evadir el maíz del día
es mi venganza ante el cuerpo.
El esqueleto que no me pertenece
los besos que dejo en el vidrio
¿dónde mamá duermes
hay sueños de consumo?
El sol es la cosecha del trigal
la bala de fuego es la recompensa del barrio.
¿Duermes dónde mamá aún?
Coser la muñeca de trapo
es recrear el polvo de mi hermana.
Traspasar la frontera
es abandonar el trapo tricolor
y reencontrarse perdido
desde siempre
como siempre
por siempre.
En el nombre del ladre
del cuadre
y del pran.
Quemo los dedos con el nylon del papagayo
me aferro a los colores.
“Si pierdes otro creyón en la escuela, te jodo”
papá, el gallo
despereza el maíz que amanece.
Conozco la violencia antes que la infancia
sé de la sed del sexo
sé del rostro debajo de la vitrina
no es un maniquí con maquillaje
es la madre sin rostro
en el cuerpo que no amanece.
Transgredir la frontera es perder un color
es un coñazo dado de la pobreza
sé de los colores en mi rostro:
morado, rojo, mugre.
El cuerpo de mamá come tierra
mis manos las calcina el nylon
Mamá vuela en un papagayo
ido a la isla.
Evado el maíz del día
y desayuno mi ración de nada.
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