¿Conoces a la escritora Ida Faubert?
Suavidad
Para ti volveré a ser esa niña obediente,
que sueña con canciones de amor y beldad,
y que a veces besa una flor a su paso,
para sentir en sus labios un temblor de verano.
Poeta y cuentista haitiana, nacida en 1882. Su verdadero nombre era Gertrude Florentine Félicitée Ida.
Fue hija de Lysius Salomon, presidente de Haití (1879-1888) y de Florentine Potiez, una mujer blanca, quien era hijastra de Salomon.
Tras el derrocamiento político de su padre fue enviada a Francia. Su estadía en París no borró sus orígenes, Ida se rodeó de inmigrantes haitianos y en su trabajo literario imprimió “valiosas trazas de un corazón enamorado de las Antillas, [y que] traducen además la inmensidad de sus lazos con la tierra de nuestros ancestros”, según afirma la escritora e investigadora cubana Aymée Rivera Pérez.
Sus cuentos están arraigados a su herencia: las costumbres, las supersticiones, la imaginación haitiana, están allí presentadas con una fidelidad sorprendente y un notable sentido de la fantasía. Ellos afirman la perfecta indigenidad de aquella quien, por razones desconocidas, no se ha valorado suficientemente en nuestra literatura.
Madeleine Gardiner.
Desarrolló una poesía de corte maternal, poemas melancólicos dedicados a su hija, poesía musical dedicada a sus amigos, y poesía erótica dirigida a amantes de sexo ambiguo. En 1939 publicó en Francia la antología poética Corazón de las islas, libro por el cual recibió el premio Jacques Normand, de la Société des Gens de Lettres, aunque sus primeros poemas ya habían sido publicados en el año 1912, en la revista Haïti littéraire et scientifique, y fueron los primeros versos publicados por una mujer en Haití, sin utilizar un seudónimo.
Quisiera quedarme contigo una hora,
en el maravilloso jardín que mi mente supone…
El sol saldría, por allá, en la puesta rosa,
y los jazmines se deshojarían sobre nuestras rodillas.**
Ida fue refinada, rica, cultivada y seductora. Birracial, casada dos veces, bicultural. Su actitud, independencia y personalidad resultaban demasiado para la alta sociedad haitiana. Ida no encajaba en las estructuras sociales de su época.
En la búsqueda de una libertad personal, feminista para su tiempo, Ida se estableció definitivamente en Francia, en la calle Blomet, donde todos los sábados explotaban los ritmos antillanos en el Bal Nègre, el famoso cabaret antillano de baile y club de jazz de París de los Años Locos. En París asumió el rol de socialité, se lanzó a la escena literaria y artística que la rodeaba. Frecuentó las galerías y conferencias de moda, y estableció su propio salón literario en el que recibió todos los jueves a artistas, escritoras y escritores. De hecho, abrió un salón exclusivamente para recibir artistas e intelectuales, especialmente a escritoras feministas y lesbianas.
Overtura
Te amo por apiadarte del delirio,
Y por haber, conmigo, sufrido mis dolores;
te amo por saber qué palabras decirme
y por haber besado tierno mis ojos llorosos.
Fue una de las primeras mujeres en ser publicada, leída y respetada entre los círculos de escritores de Haití, además de ser reconocida y premiada en Francia. Veinte años después de publicar su poemario apareció su colección de cuentos Sobre el sol Caribe.
Referencias
“La poesía de Ida Faubert es el impulso apasionado del corazón, el abandono, la languidez”, escribió Christophe Charles en el libro La poesía femenina haitiana.
Charles, Christophe. “Deux célèbres pionnières: Virginie Sampeur et Ida Faubert”. La poésie féminine haïtienne. Port-au-Prince: Éditions Choucoune, 1980: 23-29.
Gardiner, Madeleine. Sonate pour Ida. Port-au-Prince: Imprimerie Henri Deschamps, 1984.
Universidad de Alcalá Departamento de Filología. Programa de Doctorado de Edición e Interpretación de Textos. Tesis Doctoral. “Oshun Okantonú!, la imagen literaria de la mujer negra en las escritoras caribeñas”. Autora: Aymée Rivera Pérez. Director: Antonio Fernández Ferrer. Alcalá de Henares, España, 2012.
** Poema traducido por Katherine Castrillo.