Agua plata
Al Orinoco
La luz primera
dispara un cantar de gallos,
la canoa reposa en la orilla del río
muda
tranquila
misteriosa.
Mi boca sangre
agudiza el serpentear
de lenguas
que buscan en la distancia
el brío del raudal.
La intensa luz
visibiliza la lejanía
el hueco profundo del alma
que desemboca en tus ojos
tinajas de ansiedades.
☀︎
Entre Bachacos
De mi pecho salen bachacos
en busca de otra morada
salen en fila convencidos del retiro.
Esta piel
este cuerpo
detenido
ausente
no decide irse.
Como quisiera arrimarse a esa fila indetenible
ser bachaco dispuesta a la huida
un bicho con patas tocando la tierra
exhumando coquitos
transportando hojas o madera mojada
sostenida por el canto metálico de las chicharras
que abren sus gargantas profundas para acompañar el sonido del viento
¿Quién dijo que la noche era oscura
bajo esta intensa luz de las luciérnagas?
Este insecto no quiere morir bajo esta casa inconclusa
quiere quedarse bajo este árbol que lo arropa sin reclamo.
☀︎
Soplo Negro
Hoy no llueve sobre mí
veo de lejos la tierra salpicada
la mudez del pájaro
con la anchura de sus alas sin gracia
duele la sordera.
Hoy la piedra no pica mis temores
Se encierra en la palidez de su rigidez
no me mira
la selva me da la espalda
el árbol esconde su fruto.
Hoy no cantan sobre mí
las toninas saben que no creo en ellas
me desprecian y me dejan sin manto en el raudal.
Hoy estoy seca
los espíritus saben que me robé la piel
del último tigre que lanza truenos
Por eso me dejan sola
me hunden debajo del agua
del otro lado de la tierra donde no se tocan
las bocas parecen ombligos como si de allí naciera el silencio
me he ganado este puesto roído por la culpa
los peces escarban y hunden mis ojos.
Cuántos me pusieron de su sangre coagulada
Qué saltó del cielo y rompió mi espalda
Quién separa mi cuerpo de la sonrisa
¡Que anuncie su nombre el que pulveriza
mis manos y no deja que coma de mis débiles entrañas!
¿Acaso robaron mis contras?
¿El diente de cocodrilo, la peonía o el puño de azabache?
Hoy ciertamente la lluvia no cae sobre mí
Tenían razón soy Savia Amarga.
☀︎
Debajo de los ojos
Mutila
labio adentro
el árbol torcido sobre la casa
arrastran el entierro de los patios sin alma
no hay hueco que retumbe tanto líquido amargo
en sus hombros llevan pájaros azules sin cantos
sus senos fugaces
gotean sangre
la multitud camina hacia su choza
la consiguen sin ojos y sin llanto.
☀︎
Donde crecen las cayenas
Acuérdate de nuestras voces
en la distancia mirando la misma luna
rosada y redonda.
Desentierra entre las hojas secas
el pulsar de pieles que defiende el cuidado eterno
que revienta con furia y conjuro
cualquier mirada que pretenda fracturar las rocas de este río.
Nosotras decididas a la fuga
retiramos las manos del jardín de las sequías
acordamos subir y mirar por el medio de la colina
recoger flores, agarrar piedras, pinos y eucaliptos a las orillas del musgo tierno
ahí debajo de tus hombros donde también crecen las cayenas.
En este altar de inciensos y peticiones
hemos invitado a cenar muchas veces a Dios
y siempre nos deja con el pan tibio.
Esperemos entonces que solo se acerquen
los que en sus manos traen las espigas del fuego
con intención de alumbrar nuestra casa
llena de estrellas y miradas al cielo.
☀︎
Desde la copa del árbol
El gran pájaro sobrevoló mi casa
no deja de verme
desprende sus grandes alas
parece alcanzarme.
Sólo me mira y calla.
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