I
Hemos pisado la tierra frágil
levantamos los dientes del barro
y llegamos a la torre de los sueños
arropamos desde el norte los cantos gloriosos del pueblo
vimos caer las nubes sobre la cordillera
y expulsamos la derrota del combate.
Los hombres y mujeres se alzaron
rompieron la fuente
la marcha doma la voluntad de las bestias
afinamos el tiro
limpiamos los cañones
plantamos la cara a todas las contingencias de la batalla.
II
La voz del mariscal devino en llama
encendió la pólvora regada durante siglos
los soldados nos mirábamos esperando la orden
el primer silbido de bala que rompiera al viento
el sol tenía el rostro de Bolívar,
sobre nuestros cuerpos resplandecían sus rayos
que nos invitaban a ofrendar la vida
Sucre era el ejército
a él seguimos en cada paso
hemos llegado al alba
el sol despunta.
III
Las piedras se levantan
el redoble de los caballos silencia el rumor del viento
el silbido del cóndor rasante
aplasta las cabezas realistas
todo está en silencio
la respiración se hace una con el viento
hay llanto en las nubes
canta la luna canta.
IV
Era frágil la luna cuando venía sobre nosotros
el viento asomaba su rostro total y cautivo
en la distancia, la voz del Mariscal retumbaba en las sombras
una lluvia de estrellas caía sobre nuestras cabezas
éramos benditos hijos del Sol
caminantes de rumbos definidos
asomamos en la vereda el estandarte
la espada de nuestra libertad iluminaba el camino
era de noche aún
despertábamos del sueño profundo de siglos.
V
Construíamos en el aire la República
muchos del bando contrario eran nuestro espejo
nos reconocíamos en el mismo sueño
sabíamos que la batalla había comenzado antaño
teníamos el rostro del pueblo en frente
teníamos todos el mismo ritmo en el corazón
la tierra palpitaba
y dentro de las filas enemigas latían también corazones patriotas