Paranoid (1970) es uno de los álbumes más importantes en la trayectoria de Black Sabbath y en la historia del metal a grandes rasgos, siendo uno de los discos decisivos en el desarrollo del género junto con Black Sabbath (1970) y Master of Reality (1971), que también pertenecen a la discografía del grupo fundado por Geezer Butler, Tony Iommy, Ozzy Osbourne y Bill Ward.
Sin llegar a ser un álbum conceptual, es posible identificar en Paranoid ciertas continuidades temáticas que actúan de trasfondo entre las pistas que conforman este elepé. Por ahora, solo nos enfocaremos en rastrear en el disco el influjo del contexto bélico que atravesaba el mundo durante los sesentas y las secuelas de este. Para esto, analizaremos tres de sus canciones.
1. “War Pigs” [1]: para quienes nos destruirán a todos
En “War Pigs” encontramos la referencia más directa a la guerra en todas las pistas de Paranoid. “War Pigs” es una férrea crítica hacia la guerra, crítica inspirada en gran medida por la Guerra de Vietnam (1955-1975), que era parte a su vez de la Guerra Fría. Los “cerdos de guerra” de los que habla la canción son los líderes políticos cuyas decisiones detonan los conflictos armados. Dichos conflictos no solamente ocasionan la muerte de cientos de miles de personas a medida que ocurren (“in the fields, the bodies burning/ as the war machine keeps turning”), sino que también inciden negativamente en el ecosistema natural del planeta, provocando su devastación (“now, in darkness, worlds tops turning/ as the war machine keeps rolling”).
Esta canción aborda un asunto paradójico: aunque son los políticos los que inician los conflictos armados a partir de sus decisiones, ellos no son los que arriesgan su vida en el campo de batalla (“politicians hide them selves away/ they only start ed the war”), sino las personas comunes y corrientes (“why should they goout to fight?/ they leave that role to thepoor”), que sufren las consecuencias de decisiones que no son las suyas y que probablemente fueron inconsultas. Los políticos se esconden y dejan que los soldados sean quienes expongan su cuello, dejando entrever un uso instrumental de la clase política sobre la sociedad, lo que se confirma cuando Ozzy señala que ellos tratan a la gente como “peones”, indicando también lo descartables que son los soldados desde la perspectiva de sus líderes.
“War Pigs” no deja de lado a los soldados que forman parte del conflicto, dedicándole parte de la primera estrofa a los generales y cómo ellos se asemejan a las brujas cuando están reunidos (“generals gather in their masses/ just like witches in black masses”), y quizá también en que las acciones de ambos grupos conducen al caos y la muerte (“evil minds that plot destruction/ sorcerers of death’s construction”). Esta relación de semejanza introduce el ocultismo como elemento en la canción, y no será la única vez a lo largo de los casi ocho minutos que dura la pista.
Los últimos versos de la canción sirven para señalar que los pecados cometidos por los líderes políticos pesarán sobre ellos en el Día del Juicio y que sus almas serán llevadas al infierno (“day of Judgment, Godis calling/ on their knees, the war pigs crawling/ begging mercy for their sins/ Satan, laughing, spread his wings”). Este es un cierre dramático, pero consecuente con la narrativa llevada en la canción; las personas que llevarían el mundo a la ruina según Black Sabbath no pueden ser recompensadas con la salvación.
Lo que hace de “War Pigs” una crítica universal hacia la guerra es que las situaciones y actitudes que señala no competen solamente a la Guerra de Vietnam, sino que son susceptibles a repetirse en contextos similares en tanto están íntimamente involucradas con la naturaleza humana, pero también con el modo en que está constituida la mediación entre políticos y ciudadanos, vinculado en última instancia con la organización social. Donde y cuando sea que ocurran, los conflictos armados dejarán pilas de muertos a su alrededor, tanto soldados como inocentes.
2. “Electric Funeral”: el espantoso escenario final del mundo
Así como “War Pigs”, “Electric Funeral” aborda también los estragos que la guerra deja sobre las personas y el ecosistema, pero dichos estragos son llevados al extremo en esta canción, porque todo gira en torno a un holocausto nuclear [2], un escenario que, además de tener un antecedente a menor escala con Hiroshima y Nagasaki a finales de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), era latente a principios de los setenta a razón de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética y, de manera precisa, a la carrera armamentística llevada a cabo por ambos países, que querían contar con el poder de fuego suficiente para asegurar la supremacía militar respecto al otro.
La canción detalla el paisaje de desastre y caos que sigue a la detonación de una bomba nuclear, indicando lo catastrófico y mortal que sería para la humanidad un evento de este tipo (“buldings crashing down/ to Earth’s cracking ground/ rivers turn to wood/ ice meltin to blood”) y las consecuencias que tendría sobre el ambiente (“Earth Lies in death bed/ clouds cry for the dead/ terrifyng painis a burning pain”), señalando así el hecho de que los efectos de la bomba atómica no solamente se sienten en el momento de la detonación, sino que se prolongan en el tiempo.
“Electric Funeral” deja espacio también para un poco de ciencia ficción (“and so, in the sky/ shines the electric eye/ supernatural king, takes Earth under his wing”) con el propósito de profundizar en la sensación apocalíptica y horrenda comúnmente relacionada con el holocausto nuclear. La imagen de un ojo eléctrico flotando sobre espacios arruinados y desolados refuerza esa sensación de miseria y caos que inicia en la primera estrofa, cuando Ozzy habla sobre destellos en el cielo que convierten a la gente en arcilla y las casas en pocilgas.
En esta pista se puede rastrear una alusión sutil al manejo político que conduce a situaciones de este tipo, específicamente cuando Ozzy señala que los fallecidos en el holocausto nuclear son víctimas de la frustración descarriada de posiblemente las figuras políticas y/o de quienes liberan las bombas al medio ambiente (“dying world of radiation/ victims of mad frustration”). Viendo esto, es difícil no pensar en la tensa situación que atravesaba el mundo con la Crisis de los Misiles Cubanos (1962), que ocurrió solamente seis años antes de la formación de Black Sabbath como grupo.
La canción da lugar a la ironía como recurso para incrementar el terror (“reflex in thesky/ warn you you’re gonna die”), así como para la metáfora, que en la canción sirve para ilustrar que quienes liberan las bombas y llevan la muerte a cientos de miles de personas están siguiendo órdenes de figuras que ocupan espacios más elevados en la estructura de poder (“robot minds of robot slaves/ lead them to atomic graves”).
A pesar de ser la base de la temática principal de la canción, el holocausto nuclear nunca es mencionado de manera explícita. Se sabe que la canción aborda sus efectos a partir de la vinculación de pistas como “marea atómica”, “destellos en el cielo”, “tumbas atómicas”, “mundo moribundo de radiación” con cierto conocimiento respecto a la situación que atravesaba el mundo a finales de los sesenta / principios de los setenta.
Lo que ofrece “Electric Funeral” al oyente, en definitiva, es una versión hiperbolizada de un escenario de holocausto nuclear. De una situación factible para la época y que tenía un lugar importante en el imaginario colectivo, se crea un relato de horror que arropa al oyente en un paisaje apocalíptico, tenebroso y brutal, justo lo que sería un holocausto nuclear hoy en día.
3. “Hand of Doom”: autodestrucción como evasión
La sexta pista de Paranoid, “Hand of Doom”, no incluye en su letra un comentario directo sobre la guerra o una de sus consecuencias directas como lo es el holocausto nuclear. En cambio, esta canción aborda lo que ocurre con muchos que la viven y la sobreviven, esto es, la reintegración a la normalidad y lo difícil que puede llegar a ser para ellos. “Hand of Doom” es el relato ficticio alrededor de una persona que ha sobrevivido a la Guerra de Vietnam y que recurre al consumo de sustancias intravenosas para lidiar con los traumas que ese conflicto le ha generado.
Como se ve, el escapismo es uno de los ejes fundamentales de esta canción, que coloca el acento en cómo la experiencia sensorial que le sigue al uso de drogas es lo suficientemente abrumadora para que el individuo pueda desentenderse de manera temporal de los pensamientos y sensaciones que lo afligen (“colours in your mind/ satisfy your time!”). En otras palabras, el adormecimiento inducido se configura como medio de escape de la realidad, una estrategia de evasión.
El inicio de “Hand of Doom” ya aproxima al oyente a la tensión y continuo sentimiento de desastre que arropa a la pista. Ozzy le dice al veterano que no hay retorno posible de la adicción a las drogas, y, que una vez incurrida en ella, morir es solo cuestión de tiempo (“now you wait your turn/ Youk now there’s no return”). Ozzy indica también que el veterano está incurriendo en una práctica realizada por otros, sugiriendo así que el uso de drogas como medio de escape es una actividad más o menos difundida entre los supervivientes de la guerra (you join the other fools!”).
La evasión de los problemas acaba tan pronto como se agotan los efectos de la droga (“you are having a good time, baby/ but that won’t last”), lo que impulsa al sujeto a volver a recurrir a ellas. Con el tiempo, el uso de drogas se volverá química y fisiológicamente necesario para él, lo que dará lugar a su adicción que, a la larga, se hará fácilmente visible en su cuerpo (“your mind is full of pleasure/ your body is look in gill”).
La canción traza la relación directamente proporcional entre el agravamiento de los efectos fisiológicos de la adicción con la desvinculación del sujeto con su realidad (“your skin starts turning green/ your eyes no longer seeing/ life’s reality”), y sugiere que el veterano tiene consciencia de ello, pero que ha llegado un punto en que no puede hacer más que seguir inyectándose y asumir las consecuencias de sus actos (“push the need lein!/ face Death’s stick lygrin!”). Este es un señalamiento crudo, pero consecuente con lo que ocurre con aquellos que reconocen que tienen un problema de consumo, pero que se encuentran tan afectados que poco pueden hacer ante él.
Es bastante probable que el trastorno de estrés postraumático sea la base del relato orquestado en “Hand of Doom”. El trastorno de estrés postraumático, o PTSD por sus siglas en inglés, es un trastorno psiquiátrico que desarrollan algunas personas después de experimentar un episodio traumático en su vida, como puede serlo la guerra. Su cuadro sintomático, que incluye flashbacks del suceso en cuestión y ansiedad, puede llevar al paciente a tomar medidas para evitar las sensaciones desagradables que le supone. Una de estas es el consumo de sustancias.
El título adelanta parcialmente la conclusión de la canción. En efecto, aquello que lleva al veterano a su perdición y posterior muerte son las inyecciones realizadas por su propia mano, y a pesar de que su urgencia por distraerse fue impulsada por el entorno violento en el que se desenvolvió previamente, él no fue obligado por nadie a apoyarse en el consumo de sustancias. Al final, la decisión siempre le ha pertenecido.
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Si integramos los contenidos de estas tres canciones, daremos con una perspectiva central en torno a un mundo turbulento, violento y crudo que se desprende parcialmente del clima de tensión derivado de la Guerra Fría. Esta perspectiva pesimista y sombría no solo le debe su esencia al contexto bélico en que se ubica, sino también a la pertenencia de los miembros de la banda a un “sector social poco o nada beneficiado de la política imperialista y capitalista de la Gran Bretaña de la segunda mitad de siglo XX” (Ordoñez Burgos, 2014, p. 256).
Vale recordar que Paranoid es mucho más que las pistas aquí abordadas. La selección de las canciones, como se dijo en la introducción, obedece a que estas tres pistas nos permiten realizar algunos apuntes alrededor del contexto de Guerra Fría que el mundo estaba atravesando y que estaba marcado por sucesos como la Guerra de Vietnam y la Crisis de los Misiles Cubanos. Esto no quiere implicar que las otras cinco canciones que conforman el álbum no sean valiosas o no tengan nada que decirnos.
En definitiva, lo que hace único a Paranoid no es solamente su componente artístico-musical, fundamental para el desarrollo del metal, sino su preocupación por problemáticas ecológicas, humanas y sociopolíticas. Este es un lado de Black Sabbath rara vez mencionado por los medios de la época, que se concentraban principalmente en la influencia del ocultismo y la puesta en escena de la banda más importante que el heavy metal ha tenido en su historia.
Notas:
[1] Originalmente, este era también el título del álbum, pero una decisión de último minuto por parte de la disquera fomentó el cambio de título a Paranoid, la segunda pista del disco y que fue lanzada como su primer sencillo. Dicha decisión consideró que el título podía ser mal recibido por quienes estaban a favor de la Guerra de Vietnam.
[2] El temor a un posible holocausto nuclear y sus consecuencias no es exclusivo de Black Sabbath, sino que fue un miedo compartido en muchos sectores de la sociedad y que también goza de otros espacios en la historia de la música y el rock en particular. Algunos ejemplos de esto son Hammer To Fall (1984) de Queen y Two Suns in the Sun set (1983) de Pink Floyd.
Bibliografía
Ordoñez Burgos, J. A. (2014). «Black Sabbath & Philosophy. Mastering Reality (reseña)». Nóesis. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 251-258.