El interesante drama Petite Maman (Pequeña madre, Francia, 2021) ofrece una mirada perspicaz y entrañable a las relaciones entre padres e hijos, y de cómo se forman las personalidades en la infancia.
También plantea la pregunta retórica: “¿Qué harías si conocieras a uno de tus padres, pero no lo supieras de inmediato porque es un niño como tú?”. El resultado es fascinante, encantador y a menudo sentimental, sin caer en lo empalagoso.
Escrita y dirigida por Céline Sciamma, Petite Maman dura 72 minutos, el tiempo necesario para contar esta atractiva historia, bastante sencilla, aunque rica en detalles sobre las experiencias de una niña de 8 años que conoce a su madre cuando esta también tenía esa edad.
No hay ninguna explicación elaborada de ciencia ficción para esta experiencia de viaje en el tiempo. Los espectadores acuciosos descubrirán el misterio bastante pronto, pero es una delicia ver a la niña conocer cómo era su madre a su propia edad.
Todo comienza con Nelly (Joséphine Sanz), de 8 años, acompañando a sus padres a visitar la residencia de ancianos en la que ha fallecido su abuela materna para recoger sus pertenencias. La niña le pide a su madre (Nina Meurisse) conservar un bastón de su abuela, solicitud a la que esta accede. Después va con sus padres a la casa de la abuela, que fue el hogar de infancia de su mamá. Allí transcurre la historia, durante el tiempo en que desocupan la residencia que será vendida.
Una mañana, Nelly está paseando por el bosque cuando ve a una niña exactamente igual que ella haciendo una cabaña con ramas de árboles; se llama Marion (interpretada por Gabrielle Sanz, gemela idéntica de Joséphine Sanz) y le pide ayuda para construirla. Es el comienzo de una linda amistad.
Petite Maman tiene un giro argumental conmovedor, que es revelado al final. La narración de Sciamma es a veces caprichosa, pero siempre genuinamente observadora de los matices en la forma como las personas se relacionan entre sí como niños y como adultos.
La película muestra lo que puede significar la amistad entre un padre y un hijo, así como también el niño interior de las figuras parentales, que ejerce su influencia en los roles paternos y en la vinculación con los amigos. Una pequeña joyita que les recomiendo a plenitud.