En forma de postal y rito Dannybal Reyes nos entrega sus visiones. Solo el poeta sabe por qué ha escogido esta manera de atrapar las imágenes que le circundan y al mismo tiempo le laceran. Podríamos intuir que es su manera de hacer síntesis del viaje constante. Su poesía es una que registra el movimiento, su asombro ante la falta de asombro de otros, como aquella vez que le enseñó un relámpago que tenía como equipaje a un cuerpo cercano. El otro ni se inmutó. Por eso la crónica de lo que ve, de lo que experimenta, es el sino de Dannybal, es en cada uno de estos gestos donde el poeta cobra plena consciencia de que algo sabe y que al mismo tiempo la vida tiene qué decirle, qué comunicarle. En MenteKupa traemos esta selección, hecha por el poeta, de sus postales y ritos (algunos inéditos y otros no) contenidos en sus libros Ritos: de otros cuerpos y cotidianidad (2004) y Esta ciudad es una tumba para los relámpagos (2014), para acercarnos nuevamente a su respiración. A su testimonio. A su revelación y alarido. A su hambre. A su patria oceánica. A su mirada sobre la carne encendida.
Miguel Antonio Guevara
Postal I
Llueve en esta ciudad y el río crece en otra ciudad lejos de mí estás eres obra de mis palabras Pienso en ti cuando cae el telón cuando nace la distancia sonrío vago imaginando tu rostro como hoja que cae todavía verde Todo tiene la tristeza de donde vengo estoy aquí bordeando un río sucio que no corre se arrastra.
Postal XVIII
Porque finalmente y después de todo me fui abierto como el corazón de esta ciudad así quizás vivamos para siempre preparados como el hambre.
Postal XI
Este pueblo duerme entre catedrales bobas cercado de cordilleras de edificios que trasmutan cuerpos esta ciudad es una tumba para los relámpagos bosque de estatuas que una vez fueron líquido lívida mirada sobre carnes encendidas cuando despierte esta muchacha sabré de su sabor claro íntimo breve es su cuerpo submarina honda finita como un día muero en su rodilla aunque tarde llega el alarido.
Postal VI
En el mercado tropiezan hombres y mujeres una mano termina con otra más dócil más hueso estoy y soy una carga liviana sólo hablo siempre camino con mi corazón de paloma siempre espero rescatar un perro soy alegre como un niño que come con hambre.
Postal XIX
Porque estaba yo en una habitación donde la mugre tenía urgencia por comerme los ojos y nada era más salvaje que la asfixia de conocerme a mí mismo.
Postal XXIV
Niego que seas camino hacia el exilio a pesar de tu luz y tus paisajes todo lo que llevas dentro pasión distinta en todo caso.
Postal XXVI
Cuando se está en este lugar se está en estaciones sobre árboles sobre un pedazo de tierra se está allí acostumbrándose a cada clima se es criatura sin pudor sonriente extenuada más suave que el tacto que aquella espalda.
Postal XXXIII
Con mi hambre frente a estas casas y estos muros sin cruz ni corazón con una patria océanica libidinosa con resto de sexo en mi boca huyo en una mísera barca de silencios.
Rito 16
la vida es un atajo hacia ninguna parte bastan cuatro paredes para crear un laberinto de pronto todo se altera llenamos los exilios con neones los pájaros se suicidan en los sótanos el lenguaje deja sus huellas en el barro alguien arranca a correr y todos reímos.
No soy poeta para expresar con la palabra precisa cuánto me han gustado estas postales. Gracias, poeta.