[…] Bueno es pretender que se recuerda, decir que
los recuerdos sirven para algo, engañarse y engañar,
ocultando que en cada quien tienen su origen, su
asidero y final: sombras que en algún momento
pueden parecer más eficaces que la realidad.
Guillermo Meneses
No podré naufragar ingrávida en vos.
Anhelo/rechazo.
Se derrumban estrepitosamente
[en silencio]
Las deidades.
Esta palidez de muerte
solo mi reflejo
acompañándome
Este cuerpo está preñado de retornos.
Nuestras soledades crecían,
se trepaban por los muros,
amordazándonos silenciosamente.
La mirada, desvalida, humillada, incómoda, húmeda.
Algo se anuda y se estremece
silenciosamente,
oprime y empaña los ojos.
Estos nombres me habitan…
se van desvaneciendo, desfigurándose.
El sentimiento de rechazo,
sigue aquí
Atravesado
Sexo/ brutal/ animal
Yo te sepulto
Prometo visitar tu insípida fosa
[de muchos nombres.
***
Porque todos tuvimos una edad en que el mirar se extraviaba.
Reyna Rivas
A Inés podía sucederle en cualquier momento, solo tenía que elegirlo.
Normalmente se recostaba, diríase que aquel era el preámbulo, sus intenciones eran siempre las mismas, pero una vez fijada su vista en un objeto, la visión se amplificaba. Un poco borrosa, percibía un todo explayado, blanco, se perdía, ingrávida, estática, en la nada.
Su mente se vaciaba, sus párpados estaban lejos de cerrarse, se dilataban, su boca se abría ligeramente, pero no perdía el sentido, sabía que por ningún motivo podía ser hallada, se mantenía alerta, y en ocasiones lograba salir del trance.
Era una especie de diversión que podía ejecutar con ojos inmóviles, casi en cualquier lugar donde estuviese, pero Inés se concentraba en mantenerse en su realidad.
Pensaba en las veces que se sumergía, y en el tiempo… Y ocurría nuevamente.
***
La casa no existe de noche
Esta casa no tiene rasgos propios
No contiene el bullicio normal
O acaso me habré vuelto sorda ante el bullicio
Y solo sé escuchar ciertos sonidos que me definen
El oleaje nocturno es impetuoso
vaivenes de respiración
Es verde
en ocasiones canta algún ave irreconocible
¿Alcaravanes de medianoche?
No siempre lo son
Alcaravanes y grillos redefinen el silencio de la noche estática
*
Poemas del libro Reminiscencias (Ediciones Palíndromus, 2019). Para leerlo completo puedes ir al siguiente enlace.