Aunque su título sugiere un típico thriller violento del subgénero de venganza, el guionista y director danés Anders Thomas Jensen tiene algo más extraño y subversivo en mente con Riders of Justice (2021), examinar el concepto de «venganza» usando los toques existenciales, la introspección e incluso el absurdo.
Riders of Justice comienza en Estonia con un anciano y su sobrina que buscan una bicicleta en el mercado negro. La sobrina dice que quiere una bicicleta azul para Navidad, y el «comerciante» promete «encargarla». Eso significa que robarán una en algún lugar, y será la de Mathilde (Andrea Heick Gadeberg), la hija adolescente de Markus (Madds Mikelsen), un duro militar retirado.
Jensen usa esta cadena de eventos para ilustrar una especie de efecto mariposa, que finalmente lleva a Mathilde y a su madre Emma a sentarse en un tren que estalla, matando a once personas, incluida Emma. En el tren también está Otto (Nikolaj Lie Kaas), un científico que había sido despedido de su trabajo y que se salvó de la muerte solo porque le cedió su asiento a Emma.
Otto está obsesionado con las estadísticas y las probabilidades, cita varios factores aparentemente coincidentes para afirmar que no fue accidente, sino un ataque dirigido por los pandilleros llamados Jinetes de la Justicia hacia un exmiembro que iba a testificar contra ellos en tribunal. Dicho testigo y su abogado murieron, siendo Emma y las otras víctimas solo daños colaterales.
Para Markus, que ha pasado su vida luchando en guerras en el extranjero, esta es una narrativa a la que puede aferrarse, algo que le da sentido a su vida mientras se siente perdido. Discute con Mathilde, quien lo alienta a aprovechar los servicios de consejeros de duelo, pero él no quiere hablar de sentimientos; quiere acabar con los responsables del asesinato de su esposa.
Otto también quiere eso, en parte para aliviar su culpa por cambiar de asiento con Emma en el último minuto, por lo que suma a la «causa» a amigos y excompañeros de trabajo: Lennart (Lars Brygmann) y Emmenthaler (Nicolas Bro), dos inadaptados que también perdieron sus trabajos.
Los tres científicos se unen a Markus, aunque también lo ayudan a lidiar con su ira y tristeza, algo que ha estado reprimiendo desde mucho antes de la muerte de Emma. Mikkelsen toma el personaje y lo convierte en un hombre amenazante y peligroso, con complejas emociones detrás de su comportamiento volátil.
En cierto modo, Riders of Justice recuerda a Another Round (2020), película ganadora del Oscar para Thomas Vinterberg. En ambas, hombres de mediana edad sin rumbo intentan resolver sus problemas emocionales a través de un comportamiento poco saludable, en aquella es una embriaguez constante, y aquí la venganza a través de crímenes brutales.
Riders of Justice no es un filme netamente de venganza, aunque así parezca. Jensen muestra a personajes que con frecuencia cuestionan sus propios motivos y suposiciones, lo que hace que la película sea menos visceral, con reflexiones morales que se entremezclan y con un mensaje poderoso, manteniendo al espectador fuera de balance y a la expectativa.
Entre las mejores de lo que llevamos de 2021…
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