MENTEKUPA
  • INICIO
  • SINDICADOS MK
    • ENSAYO
    • ENTREVISTAS
    • CRÓNICAS
    • OPINIÓN
    • EDITORIAL
    • COLUMNISTAS MK
  • SIETETETÉ
    • ILUSTRACIÓN
    • FOTOGRAFÍA
    • PINTURA
    • ESCULTURA
  • MÚSICA
  • CINE
  • LITERATURA
    • POESÍA
    • NARRATIVA BREVE
    • SERIADOS MK
  • QUÉ ES MENTEKUPA
  • SERVICIOS EDITORIALES
Sin resultados
Ver todos los resultados
MENTEKUPA
  • INICIO
  • SINDICADOS MK
    • ENSAYO
    • ENTREVISTAS
    • CRÓNICAS
    • OPINIÓN
    • EDITORIAL
    • COLUMNISTAS MK
  • SIETETETÉ
    • ILUSTRACIÓN
    • FOTOGRAFÍA
    • PINTURA
    • ESCULTURA
  • MÚSICA
  • CINE
  • LITERATURA
    • POESÍA
    • NARRATIVA BREVE
    • SERIADOS MK
  • QUÉ ES MENTEKUPA
  • SERVICIOS EDITORIALES
Sin resultados
Ver todos los resultados
MENTEKUPA
Sin resultados
Ver todos los resultados

The Killers (Robert Siodmak, 1946)

11 enero, 2023

The Killers es el Ciudadano Kane del cine negro. Al igual que en la obra cumbre de Orson Welles, la vida del protagonista, ya fallecido, es narrada a través de los recuerdos de los personajes que lo conocieron. Si en Kane es un periodista quien busca desentrañar el misterio del Rosebud que pronuncia el magnate moribundo, en The Killers es el detective de una agencia de seguros el que trata de desentrañar ese “una vez hice algo malo” que confiesa el sueco Anderson antes de caer acribillado.

A partir de esta premisa, la cámara se ancla a la espalda de Edmond O’Brien –secundario de temple, aquí en papel principal, más bogartiano que nunca en su encarnación del detective– y lleva al público de safari por una geometría urbana multidimensional, desde los barrios bajos, los salones de billar y los mugrientos tugurios hasta sofisticados apartamentos, clubes de jazz y veladas estelares de boxeo.

Es en este tapiz de escenarios donde se teje una cruda historia de desencantos, sueños rotos, ambiciones, abismos y traiciones; un relato en el que nadie es del todo culpable pero tampoco cien por cien inocente, incluido el detective que comienza la investigación para tratar de ahorrarle un puñado de dólares a su agencia y termina succionado por el torbellino de pasiones que va desentrañando.

Robert Siodmak dirigió con precisión una historia que requería de pulso firme para no descarrilar por las cunetas de la hipérbole emocional. Siodmak engrosó la amplia nómina de directores centroeuropeos que desembarcaron en Hollywood huyendo del cerrilismo nazi. Opacado por otras luminarias del exilio como Billy Wilder o Fritz Lang, su trabajo, de una solidez envidiable tanto en su etapa europea como en la estadounidense, merece una revisión. Sentó cátedra en el noir, contribuyendo decisivamente a asentar los rasgos distintivos del género. Prueba de su talento son dos escenas canónicas de The Killers. Una es la llegada de los dos asesinos al pueblo en el que se esconde el protagonista, acumulación de tensión de la que bebieron Sergio Leone y Tarantino. La otra es el plano secuencia del atraco a la fábrica, con una cámara que viaja desde la calle hasta la oficina en la que se guarda el dinero y regresa al exterior. Las modernas tecnologías permiten deleitarse una y otra vez con ambas escenas y surge la pregunta de cómo haría el cinéfago de antaño para saciar su sed. 

La película es también la puesta de largo de dos nombres que dominarían la escena de los venideros cincuenta. Burt Lancaster saltó de la arena del circo a la pantalla grande. La cinta le catapultó a la fama sin tener que pasar por meritoriaje alguno: fue una estrella desde el primer minuto. Ava Gardner, por el contrario, deambulaba sin mucho tino por figuraciones de relleno. La modélica femme fatale de The Killers descubrió al gran público una actriz de extraña intensidad y turbadora sensualidad. Terminaría por convertirse en un mito, aunque infames eslóganes publicitarios como “el animal más bello del mundo” le harían un flaco favor a su enorme capacidad actoral.The Killers fue un gran éxito en su estreno, tanto de público como de crítica. Acaparó cuatro nominaciones a los Oscar, incluida la única que obtuvo Siodmak en toda su carrera. Sin embargo, ha quedado relativamente olvidada. No es rara su ausencia de esas listas de las mejores películas de… que tanto proliferan hoy en día. Pero si hubiera que elegir un solo título que condensara las señas de identidad del cine negro, The Killers sería un más que probable candidato.

CompartirTweetEnviar
Alejandro Fierro

Alejandro Fierro

Islas Canarias, 1968. Cinéfago impenitente desde la infancia y periodista cinematográfico a partir de la década de los 90, cree a ciegas en el mandamiento de Truffaut de que el cine para leer es tan importante como el cine para ver. Creció con solo un canal de televisión y paradójicamente eso le permitió ampliar su mirada: se veía lo que se emitía, ya fuera un clásico de Hollywood o un filme neorrealista italiano.

Deja un comentario Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • INICIO
  • SINDICADOS MK
  • SIETETETÉ
  • MÚSICA
  • CINE
  • LITERATURA
  • QUÉ ES MENTEKUPA
  • SERVICIOS EDITORIALES

MENTEKUPA es una web de
Topango

  • INICIO
  • SINDICADOS MK
    • ENSAYO
    • ENTREVISTAS
    • CRÓNICAS
    • OPINIÓN
    • EDITORIAL
    • COLUMNISTAS MK
  • SIETETETÉ
    • ILUSTRACIÓN
    • FOTOGRAFÍA
    • PINTURA
    • ESCULTURA
  • MÚSICA
  • CINE
  • LITERATURA
    • POESÍA
    • NARRATIVA BREVE
    • SERIADOS MK
  • QUÉ ES MENTEKUPA
  • SERVICIOS EDITORIALES
Sin resultados
Ver todos los resultados
Este sitio web utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio web, usted da su consentimiento para que se utilicen las cookies. Visite nuestra Política de privacidad y cookies.