
El cuento de Amleth, o la leyenda en que se basó, fue la inspiración del Hamlet de William Shakespeare. Esta versión de Robert Eggers, titulada The Northman (El hombre del norte) tiene mucho en común con la del escritor británico.
En The Northman no hay sutileza sobre la barbarie, el asesinato y la venganza, por el contrario, se recurre al misticismo nórdico, a las peleas con espadas, a la sangre y la sobreactuación, alcanzando en el proceso unos niveles de emoción electrizantes.

Eggers no solo es cineasta, sino también investigador: sus películas The Witch (2015) y The Lighthouse (2019) se basaron en escritos de las épocas en las que estaban ambientadas. Su más reciente filme lo escribió junto al poeta islandés Sjón para crear una descripción precisa de la vida vikinga.
Los vikingos fueron un clan extraordinario, que dejó una huella indeleble en el mundo occidental, eran un gran pueblo marinero que viajó mucho más allá de donde otros europeos se atrevieron a ir en su época, y eran guerreros feroces. Parte de esa grandeza, y mucha de esa fiereza, se refleja en esta película.
La historia
La película comienza en el año 895 d.C. en Escandinavia. El rey Aurvandil War-Raven (Ethan Hawke) regresa de la batalla, herido y preocupado por el futuro de su reino. Acompaña a su joven hijo, Amleth, en una elaborada y mística ceremonia de preparación para ser el próximo rey, rito dirigido por un chamán, interpretado por Willem Dafoe.

A la mañana siguiente, el rey es emboscado y asesinado por su hermano, Fjölnir (Claes Bang). El joven Amleth es testigo del crimen y escapa, jurando vengar la muerte de su padre y rescatar a su madre, la reina Gudrún (Nicole Kidman) de las garras de Fjölnir.
Años después, encontramos a Amleth (Alexander Skarsgård) como un guerrero-bestia, fuerte y violento, que se ha unido a un grupo de asaltantes que participa en un robo a una aldea; él parece haberse desconectado de su pasado noble y de sus votos ceremoniales.
Sin embargo, tras el exitoso asalto a la aldea, Amleth se enfrenta a una bruja que le recuerda su voto y le revela su futuro camino a través de poderosas visiones: El objeto de su venganza, Fjölnir, ha sido derrocado y vive exiliado en Islandia, por lo que inicia el viaje de su destino.
Un lujo visual

Las actuaciones son superlativas, al igual que los efectos visuales y de sonido, el diseño de producción, rico en detalles, objetos y extras que alimentan el impresionante y duro mundo que Eggers creó.
Esta es una historia de emociones. Nicole Kidman sobresale como la reina derrocada que tendrá mucho que decir. Por su parte, Alexander Skarsgård es una bestia literalmente, pero también muestra un lado humanizado bien interesante. La película no aparta las emociones, las abraza, y los actores tampoco rehúyen a la sobreactuación, sino que se deleitan en ella, lo que resulta refrescante y muy rico para el relato.

La película también adopta el misticismo nórdico en los acontecimientos sobrenaturales, así como en los sueños y visiones, que son revelaciones con imágenes impresionantes. Al mismo tiempo, Amleth se enfrenta a la comprensión de que su pasado es más complicado de lo que pensaba, él vive en un mundo violento y trágico, pero quizá no tenga por qué ser así. Al final, su último acto violento puede estar motivado no solo por el odio, sino también por el amor.
Estupenda película, se las recomiendo a plenitud.