El sábado 8 de abril de 2023 se anunciaron los ganadores del Premio Nacional de Cultura, entre ellos se encuentra Luis Alberto Lamata, en la mención cine. Lamata nació en 1959 y su vida se encontró con el cine desde su niñez, gracias a que su padre, Juan Lamata, era un director y productor de televisión, conocido por su trabajo en importantes telenovelas venezolanas como La usurpadora y la adaptación de Doña Bárbara, ambas para RCTV. El director, que cuenta ya con nueve largometrajes y una amplia trayectoria en la televisión, estudió Historia en la Universidad Central de Venezuela a comienzos de los ochenta, y una década después estrenó su primera película de ficción.
Un recorrido por su cinematografía
Para presentar y conocer sobre su cinematografía vamos a hacer un recorrido breve por sus largometrajes
- Jericó (1990). Ambientada en el siglo XVI, en el territorio que luego sería Venezuela, sigue a un fraile dominico que llega con los conquistadores y, al desertar, empieza a vivir con los indígenas caribes, adaptándose a esa convivencia.
- Desnudo con naranjas (1995). Protagonizada por Daniel Alvarado y Lourdes Varela, sigue una violenta historia de amor en el marco de la Guerra Federal. Tiene fuertes elementos mágico religiosos y de las tradiciones orales venezolanas.
- Salserín «la primera vez» (1997). Ficciona la vida de las dos figuras principales del grupo juvenil de salsa que da nombre a la película, siguiendo a los hermanos Servando y Florentino Primera. Fue un éxito rotundo en taquilla.
- Miranda regresa (2007). Película biográfica que recrea la vida del Generalísimo Francisco de Miranda, narrada desde la prisión de La Carraca por el prócer, quien recorre momentos fundamentales de su historia y la de Venezuela.
- El enemigo (2008). Protagonizada de nuevo por Lourdes Valera, sigue la búsqueda de una madre y un padre, quienes buscan por su cuenta en los hospitales a sus hijos, que se han visto envueltos en una situación violenta.
- Taita Boves (2010). Basada libremente en la novela de Francisco Herrera Luque, narra la vida del primer caudillo popular venezolano, José Tomás Boves, líder del ejército realista en tiempos independentistas.
- Azú «Alma de Princesa» (2013). Se adentra en las décadas finales del período colonial venezolano, narrando la huida de un grupo de esclavos que se rebelan contra el amo. Sigue a los esclavos escapados en camino a un cumbe.
- Bolívar, el hombre de las dificultades (2013). Después de abordar la figura de Miranda, Lamata se aproxima al retrato de Simón Bolívar, y para ello escoge un momento específico de su vida, su retiro en Jamaica luego de la caída de la Segunda República.
- Historias mínimas de Parque Central (2018). Valiéndose del complejo residencial ubicado en el seno de Caracas, Lamata cuenta cuatro historias a través del drama, el humor y la pasión.
Una aproximación organizativa a las temáticas
La obra de Luis Alberto Lamata es atípica en la historia reciente del cine venezolano, en poco más de treinta años acumula casi una decena de largometrajes, con lo cual se consolida como un cineasta consistente con una producción que merece una catalogación a profundidad. Esta tarea la abordaré en próximos textos, pero en esta ocasión quiero dejarles una clasificación mínima de las películas presentadas más arriba, enfocado en las temáticas. Estas nueve películas las podríamos organizar en tres bloques.
- El primero de ellos, a mi juicio el mejor logrado, abarca una aproximación a la historia venezolana siguiendo personajes anónimos, como el mismo Lamata llama, sujetos ficticios creados por el cineasta y que permiten un retrato más libre de los distintos momentos que presenta. En este grupo se encuentran las dos primeras películas, Jericó y Desnudo con naranjas, y casi 20 años después Azú. Sin las ataduras de los personajes canónicos de la historia patria, desde abajo Jericó, Capitán, La Mudita y Azú nos presentan una historia más cercana, mágica y abierta, con actuaciones menos acartonadas.
- En el segundo se agrupa la mirada de Lamata a tres figuras de la historia nacional dentro de un mismo período, las primeras dos décadas del siglo XIX venezolano. Miranda, Bolívar y Boves tienen un lugar en la ficción nacional, desde novelas hasta obras de teatros. Aquí, la propia presión formativa del cineasta juega en buena medida en contra de la libertad mencionada en el bloque anterior, como historiador es poco probable que Lamata se permitiera experimentar con las fronteras de la fantasía, y cuando lo hace se tiene a desbalancear la narración. La carga en nuestros imaginarios pesa mucho sobre la representación de estos héroes y hace difícil la relación con los espectadores. En eso radica el éxito de Boves, más huidizo en la representación visual de nuestra memoria colectiva, y es la razón por la que fracasa Bolívar.
- El grupo más flojo es el tercero, cuando Lamata intenta experimentar, por razones económicas o creativas, con otros géneros, en los que muestra menos experticia y fluidez. Salserín fue sin duda un enorme éxito comercial, probablemente el mayor de toda su carrera, pero fuera de lo anecdótico es una película olvidable. Con El enemigo e Historias mínimas ocurre un poco lo mismo, las actuaciones, tramas y el ritmo no logran hacer de ellas películas significativas.
El cine histórico venezolano tiene nombres notables como Iván Feo, Diego Rísquez y Alberto Arvelo. Pero, sin duda, el principal autor de este género en Venezuela es Luis Alberto Lamata. No solo representa el grueso de sus largometrajes sino que es el aporte principal de su mirada. De todas ellas, Jericó y Desnudo con naranjas representan dos referencias obligadas del cine venezolano.La obra de ficción de Lamata se encuentra disponible libremente en su página web, y las pueden ver en el siguiente enlace.