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Viejo

  • Gabriel Jiménez Emán Gabriel Jiménez Emán

  • 21 junio, 2020

    Hace tiempo que no lo veía amigo mío

    no lo reconocía ¿por dónde andaba usted?

    estaba dando un paseíto por una calle de la luna

    y en mis tiempos libres acepté invitación

    del presidente de una estrella en la constelación de Antares

    para dar unas conferencias

    ya usted sabe andaba muy ocupado

    haciendo un recorrido por la vía láctea

    donde me estaban esperando para firmar un contrato

    con el gobernador de la luz

    me fue muy bien por cierto todo ello dio

    muy buenos dividendos al corazón mío

    que late desbocado de tanto amar

    y por ese error ha pagado bien caro sépalo usted

    pero no importa yo no vine aquí a hablar de estas cosas

    yo vine aquí a entablar amistad con el tiempo

    teniendo el cuidado de no burlarmede la eternidad

    lo cual no me salva de la vejez amigo mío

    pero yo le puedo asegurar a usted que soy inocente

    ayer no más me desplazaba yo silbando por el bulevar

    Viendo las piernas de las muchachas

    apenas ayer yo iba muy orondo a tantas fiestas

    a girar como un trompo de puro contento

    me daba clavados en la piscina pública

    abriendo bien la boca para tragarme todo el aire del valle

    mis carcajadas tronaban por la avenida

    mientras miraba los árboles a los lados

    hablando entre ellos

    y a las casitas saludándose unas a otras

    como si fueran personas que tenían tiempo sin verse

    ayer no más me iba de juerga con los amigos

    a hacer fogatas en el río

    a preparar carne en leña y a beber cervezas espumosas

    para alebrestar el corazón

    parece que fue ayer se llamaba aquel bolero

    te acuerdas amor mío cuando yo te lo cantaba?

    mientras se templaban las cuerdas de la guitarra

    para entonces el ayer no existía

    solo existía la infancia y las ternuras de la madre

    las suaves tetas de la abuela y los caramelos del tío

    los remolinos de aire que se hacían en los solares

    las músicas ardientes que salían de las rockolas

    y los juramentos ingenuos en el altar de la iglesia

    las correrías por los patios donde los dominós

    y las barajas componían una fiesta aparte

    y en la plaza del pueblo los ajedrecistas emitían suspiros

    parecidos a los de los genios

    cómo me va decir viejo 

                         amigo mío

    si ayer no más yo iba al cine con mi novia

    a ver películas de rock and roll

    o a jugar billar en las mesas de los inocentes bribones

    y todo ello me ha conducido por estos rincones

    donde la más pura y loca felicidad

    nos hablaba con ese raro lenguaje que me incita

    a hacer tantas cosas imposibles tantas cosas

    que fueron naciendo en el seno de las estrellas

    en el trémolo de la ternura

    ayer no más yo hacía cabriolas en los parques

    y rodaba sobre mis patines por las calles pavimentadas

    para estrenar nuevos dientes nuevos chichones 

    nuevas sonrisas encaramadas unas sobre otras

    mire usted amigo yo le juro que yo

    podía ver a través de la montaña y descubría ríos por detrás 

    ………………………………………………………………………… y pájaros

    los humitos salían de lado y lado de los senderos

    me guiaban por caminos de esplendor

    si mis piernas se curvan o mis huesos crujen

    o mis manos duelen yo no puedo quedarme quieto

    quiero vivir deseo beberme ese cielo o comerme esa nube

    quiero casarme con esa flor o ser hermano de ese río

    te juro por dios santo que yo no tengo la culpa

    de estos años agolpados de repente

    porque yo ayer me montaba en los árboles a coger mangos

    a agarrar iguanas o me metía en las cuevas de los gatos 

    o en los escondites de los perros

    para jugar con ellos para brincar saltar gritar de alegría

    te lo juro por dios y por la virgen

    que yo ayer iba de casa en casa

    y le decía a los vecinos buenos días señor buenos días señora

    señores de la tristeza alégrense que aquí estoy yo

    pónganse felices porque aquí vengo con una botella de ron

    a prender la fiesta

    pase adelante poeta que la poesía no tiene edad

    la poesía es más joven que un arpa eólica

    a la poesía le queda mucho tiempo por vivir

    pues ella se bebe el agua mágica de los lagos

    y se atraganta de peces alegres 

    que saltan en las crestas de los ríos 

    como si tuvieran alas

    yo le juro a usted por lo más sagrado

    que solamente soy culpable de haber vivido

    pero sí me pueden acusar de haber existido en el tuétano

                                         de la alegría

    me enamoré de una mujer que se multiplicó en varias

    una mujer con muchas caras y distintos modos de vivir

    una mujer rubia de piel oscura y cabello rojo 

    y un ojo verde y otro azul y la piel de los pies

    distinta a la de las piernas

    me enamoré de una mujer que en la mañana estaba triste

    y en la tarde alegre y por la noche sollozaba y cantaba

    una mujer que me complicó dulcemente la vida

    qué se le va a hacer ya no es posible cambiar el rumbo

    del destino 

    el azar domina nuestras vidas así como así

    y no hay remedio

    cuántos años cumple poeta es usted feliz?

    olvidé cuantos años cumplo pero tengo la edad del universo

    me han pasado tantas cosas tristes que todas ellas

    al acumularse se han vuelto una inmensa alegría

    y quizá algún día esa alegría pueda volverse

    una migaja de felicidad

    me duele la nuca por este lado 

    y la espalda por la parte izquierda

    ya no me acuerdo

    un dolorcito por aquí y otro por allá

    pero yo le juro señor

    que no estoy viejo

    (En mis 70 años espero vivir un poco más que mis admirados y queridos Orson Welles, Julio Cortázar, Eddy Rafael Perez, Eugenio Montejo, Carlos Noguera y Orlando Pichardo, en cuyo tributo va este poema).

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    Gabriel Jiménez Emán

    Gabriel Jiménez Emán

    Gabriel Jiménez Emán (Caracas, 1950). Escritor venezolano con un largo recorrido como narrador, poeta y ensayista. Impulsor del microrrelato, tiene nueve libros de cuentos publicados y seis novelas. Igualmente, tiene siete libros de ensayos y seis poemarios publicados. En el año 2019 recibió el Premio Nacional de Literatura.

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