La serie volvió después de dos años de espera y trajo con ella muchas expectativas, múltiples opciones con las cuales jugar después de lo que nos dejó la segunda temporada y, sobre todo, muchas más preguntas por responder de las que podía manejar.
Siempre quise escribir un artículo para hablar sobre esta serie y la mayoría de las veces lo que saldría de ello era una glorificación al buen hacer en términos de producción de la serie y también que toda la forma de contar lo que sucede en la serie se hace desde la perspectiva de los anfitriones (androides), su autodescubrimiento, sus loops y la búsqueda del centro del laberinto.
Pero eso fue hasta el cierre de la segunda temporada, en la tercera se suponía que saldríamos del parque y, por ende, en alguna medida, de algunos loops. Sin embargo, lo que no podía ser negociable era mantener la base de la búsqueda del centro del laberinto, porque aún algunos anfitriones no estaban realmente conscientes de su existencia, tan solo recordemos las contradicciones que se le presentan a la versión androide de Charlotte Hale y lo interesante que habría sido que descubriera todo lo relacionado con el laberinto.
Hay que recordar que Westworld es una serie cuya narrativa está construida en círculos, que se materializan en forma de repeticiones, la primera temporada es así y la segunda se podría decir que también. En la tercera esto se mantiene a través de las divergencias que presenta el Rohoboam (*), una computadora cuántica cuya principal función es el control de la vida humana a través de la manipulación y predicción del futuro gracias a los datos que recopila de los usuarios. Y sí, todas las divergencias que muestra el Rohoboam son un círculo. Dicho esto, acompáñenme.
LO BUENO
- La producción de esta temporada fue muchísimo más grande que la de las anteriores, sobre todo porque debían mostrarnos el mundo exterior, ese lugar tan cercano y a la vez lejano de Westworld. El uso de exteriores de Singapur, de la Ciudad de las Artes y la Ciencia de Valencia, España, entre otros, elevan la serie.
- Las secuencias cargadas de más acción que en temporadas anteriores.
- La forma en la que el personaje de Dolores se transformó y llevó a cabo todos sus planes fue uno de los puntos más altos de la temporada.
- La escena poscréditos del último episodio (irónicamente).
LO MALO
- En varios episodios de la temporada nos mandaban de vuelta a un parque (Warworld), de nuevo los loops (esta vez innecesarios), la confusión y las sobreexplicaciones innecesarias para un público que ya sabe lo que necesitan los anfitriones para tomar consciencia de sí.
- Las secuencias cargadas de acción sin sentido. Sí, sé que dije anteriormente que era una de las cosas buenas de la serie, pero cuando estas no tienen sentido para la conducción de la serie, termina siendo contraproducente.
- No haber aprovechado el debate interno de la versión androide de Charlotte Hale para justificar el ascenso final que tuvo.
- Malgastar el tiempo (todo un episodio) contándonos la historia de un personaje que posiblemente no volvamos a ver (Engerraund Serac).
- Intentar hacer un paralelismo entre los personajes de Dolores y Caleb como una forma de entregarle el testigo a este último.
- No haber tenido una temporada de diez episodios como las dos anteriores.
LO FEO
- La serie peca de abrir constantemente hilos narrativos que en algunos casos abandona, en otros cierra sin mayor coherencia o simplemente los desecha sin menor reparo dejándonos más confundidos. Durante las primeras dos temporadas hubo momentos así, pero que fueron “salvados” por alguna actuación, un diálogo o simplemente por la estructura misma del relato. En la tercera, la serie no corre con la misma suerte.
- Personajes sin razón de ser. Durante la temporada vimos a una Dolores muy clara de todo lo que quería hacer y a un Serac enfocado en detenerla como fuese necesario. Pero el resto de personajes que apareció en la temporada fueron meros personajes sin sentido (sin objetivos) y que perdieron el brillo que se habían ganado en las temporadas anteriores, me refiero a los casos de Bernard, Maeve y William (The Man in Black).
- Abandonar toda la narrativa del laberinto y el alcance del centro del mismo como forma de ser consciente de sí.
- Confundir al público haciéndole creer a través de giros que “complejizan” la historia y, en este sentido, subestimando un poco a los que seguimos la serie.
La tercera temporada de Westworld creció en producción, en acción y en incorporación de grandes nombres al reparto de una serie que está cargada de superestrellas. Sin embargo, abandonó algunos de sus puntos fundacionales (en la narrativa) para hacer un contenido cargado de más acción, a veces no justificada con el camino que iba a ir tomando.
Renovada para una cuarta temporada, no se sabe cuándo volverá, puede que en 2023 o 2024, pero la verdad es que Jonathan Nolan y Lisa Joy tienen el tiempo suficiente para repensar una serie que desde que salió ha tenido todas las herramientas para convertirse en una de las mejores series de los últimos tiempos.