Cuchara cuchillo y tenedor [deseo y disidencias]

Encuentro de creadorxs venezolanxs en torno a lo erótico

Pensado como un banquete en el que cada comensal escoge un cubierto distinto para comer, engullir, devorar, trocear, picar, remover, rebañar y mezclar su deseo. Un deseo que es singular y que disiente de la lógica binaria.

El evento se llevará a cabo a través de la plataforma  Zoom  el domingo 14 de Julio a las 2:30 PM (VEN). Para obtener el enlace ingresa al siguiente link:https://atom.bio/cucharacuchilloytenedor2024

Este encuentro pretende dar a conocer lo erótico más allá de los roles asignados por la dinámica social y sus estereotipos. Se enfoca en el individuo, concibe cada cuerpo hablante como un ente único y, a través de su hacer (escritura, fotos y demás expresiones del arte), da cuenta de cómo cada creador asume su erotismo. El recital prescinde del término “sexodiverso” y reconoce que dicha palabra visibiliza a una población que ha sido históricamente vulnerada, pero que a su vez esta palabra clasifica y limita la apreciación de lo que se supone deben ser los ejes temáticos de la “sexodiversidad”, que no difieren de cualquiera de los enigmas humanos. ¿Qué sexo no es diverso?

Para el psicoanálisis de orientación lacaniana, “no existe relación sexual”; es decir, en el inconsciente no hay relación sexual. El mismo es asumido por dicha teoría como un lenguaje. Esto evidencia que poco importa para el discurso el género, orientación o sexo de quien lo emite. Esto influye en el sujeto porque lo configura, más no funciona al revés, pues se escapa del discurso biológico-científico, del discurso positivista y se centra en la singularidad.

Lo erótico es un leguaje. La escritora francesa Marguerite Duras dice lo siguiente: “No es tener sexo lo que cuenta, sino tener deseo. Hay demasiada gente que tiene sexo sin deseo (…) Me interesa lo que se encuentra en el origen del erotismo, el deseo. Lo que no se puede, y quizás no se debe, apaciguar con el sexo. El deseo es una actividad latente y en eso se parece a la escritura: se desea como se escribe, siempre”.

La selección del material de artes visuales y literatura se manejó con un criterio arbitrario y está a cargo de Zorian Ramírez Espinoza, promotor y organizador de este evento. Esta muestra es un panorama (in)completo de las disidencias en Venezuela, de cómo creadorxs en un tiempo histórico asumen su deseo, sexualidad y erotismo.

La actividad, por su carácter abierto e inclusivo, genera colaboraciones multidisciplinarias. En esta primera edición se escogió un grupo de artistas que utilizan como recurso la fotografía y el material de archivo. Leonardo Almao, con su proyecto de archivo anónimo titulado «Residuos del abatimiento», ha realizado un diálogo con los textos de los escritores convocados a esta actividad. Argelia Bravo y su performance «Rosado Bravo (Arrecho y enfurecido)» pone en acto el ejercicio del cuerpo como instrumento político. Yosmel Araujo y Valentina Diaslara presentan «Cantos de rito y tierra» (video-performance) donde dos cuerpos se transfiguran a través de melodías y palabras. Miguel Issa muestra «Caricias en la piel» y «Canto de Sirena» en dichos videos, pone de manifiesto la resignificación del cuerpo en su sentido fragmentario y cómo esto influye en una serie de narrativas posibles. Simón Hermida con una muestra de collage que aborda la identidad, el territorio, relacionando paisaje y sexo. Luis Salmerón selección de su serie fotográfica Naturaleza Viva.

Los escritorxs convocados son venezolanos procedentes de varios estados del país y que se encuentran dentro y fuera de venezuela: Lorena Ortíz, Ricardo Sarco Lira, Luis José Glod, Alma Romero, Soriana Durán, Gabriela Mesones Rojo, Pamela Rahn Sánchez, Johan Reyes, Tony Romero-Gonzalez, José Miguel Navas, Isadoro Saturno, Ken Pérez Morales, Juan Lebrun, Giorgina Mendoza, Bolívar Pérez, Eleonora Requena y Rafael-José Díaz (invitado internacional). 

Este proyecto es una inciativa independiente y  cuenta con el apoyo de la editorial Petalurgia en España y Editorial Tuqueque en Venezuela.