Cada cierto tiempo me cruzo con una canción que me ayuda a definir puntos concretos de mi vida. En este momento, esa canción es Human Sadness.
Estando a nada de los 11 minutos de duración, Human Sadness se nos presenta a primeras como una obra extensa, con guitarras saturadas y vocales casi indescifrables que esconden tras de sí la compleja relación de Julián Casablancas con su padre, quien falleció 1 año antes de que el tema fuese liberado al mundo por The Voidz. Si esta banda no te suena, se trata del proyecto experimental de quien es mucho más conocido por ser líder y vocalista principal de The Strokes, uno de los grupos que definió la escena del rock a principios de siglo.
Marcada por la melancolía, la sensación de pérdida y la nostalgia, Human Sadness nos lleva a pensar en nuestra indefensión y posibles dilemas interpersonales desde una estructura musical no convencional, pero que compromete nuestras emociones y cumple con efectividad su propósito: transmitir un relato personal que podemos resignificar desde nuestras propias experiencias.
Contexto personal
Neoyorquino de nacimiento, Julián nació un 23 de agosto de 1978, fruto de la relación del empresario John Casablancas y la modelo danesa Jeanette Christiansen, quien fue Miss Dinamarca en 1965. Su padre, fundador de una agencia de modelaje en París, es reconocido de manera retrospectiva como una figura clave en la concepción moderna del supermodelo, introduciendo así al modelaje en la cultura popular y en el día a día de los medios masivos.
Sin embargo, John fue más conocido y amado por la prensa sensacionalista por sus andanzas como mujeriego, manteniendo relaciones con varias de sus clientas, estando algunas de ellas por debajo de la edad legal de consentimiento. Esto fue algo que John pocas veces negó y, de hecho, usó alguna vez como motor para impulsar su fama. No por nada el título de su propio documental lanzado en 2016, Casablancas: The Man Who Loved Women.
Es evidente que el entorno de su padre no era precisamente tranquilo ni favorable para el joven Julián, mucho menos para la estabilidad del matrimonio. Cuando él tenía apenas 8 años, John y Jeanette se divorciaron, y dado que su padre viajaba de lado a lado del mundo por temas de negocios, se convirtió en una figura ausente en su vida, algo que motivó cierta rebeldía en Julián durante sus años de adolescente.
Fue en esa época cuando conoció a Nick Valensi y Fabrizio Moretti, guitarrista y baterista respectivamente de la banda que lo lanzaría al estrellato mundial. Habiendo conocido a Nikolai Fraiture, bajista, a los 6 años, y siete años después a Albert Hammond Jr., su otro guitarrista, el no tan mujeriego Casablancas formaría The Strokes y movería las aguas del rock de principios de siglo con Is This It (2002), pero esa es historia para otro momento.
John Casablancas murió el 20 de julio de 2013 en Río de Janeiro, Brasil, donde recibía tratamiento por cáncer. Para ese momento, la relación de Julián con él seguía siendo distante, aunque el vocalista afirmó una vez que estaban en buenos términos, incluso diciendo que hablaban de vez en cuando.
Llámalo pausa, llámalo libertad
En marzo de 2013, The Strokes lanzó su quinto álbum, Comedown Machine. Era el último disco que su contrato les obligaba a grabar con su disquera, RCA, y el último material nuevo que lanzarían antes del EP Future Present Past (2016) y el LP The New Abnormal (2020). Si bien la banda había publicado discos muy buenos hasta 2013 y con canciones icónicas para el rock de la primera década del siglo XXI, la crítica consideraba que ninguno de esos álbumes superaba o siquiera igualaba el impacto de su LP debut. El fin del contrato con RCA serviría para cerrar una etapa, pausar actividades y revigorizarse con otros proyectos, uno de estos siendo The Voidz.
The Voidz es el resultado de Julián Casablancas por estar en un grupo con mayor libertad creativa y donde pueda expresar sus opiniones sociopolíticas sin la presión asociada a The Strokes, todo esto desde estructuras que desafían las convenciones de la música comercial. Así lo demostró Tyranny (2014), un disco debut marcado por vocales difíciles de descifrar, elementos electrónicos mezclados con guitarras saturadas y hasta desafinadas en algunos momentos; cambios de ritmo inesperados, y más. Este es el contexto en que Human Sadness se inserta.
Dos expresiones de la misma angustia
Con sus 10:56 minutos de duración, Human Sadness fue el primer sencillo de Tyranny y el de The Voidz como banda. A lo largo del viaje, la canción incluye tres secciones musicales particulares, dos interludios, dos solos de guitarra, y un «outro». Musicalmente hablando, reúne elementos de rock progresivo, rock experimental, electrónica e indie rock, todo junto y puesto en una licuadora a máxima velocidad.
La canción tiene un video oficial de casi 14 minutos que alterna a la banda interpretando la canción con distintas narrativas personales y sociopolíticas donde el vínculo común es la idea del conflicto. Mientras algunas secuencias detallan la violencia y el sinsentido de las guerras a lo largo de la historia, desembocando todo en un holocausto nuclear, las escenas enfocadas en situaciones personales incluyen rupturas amorosas, violencia intrafamiliar, la búsqueda del placer vacío, y más. Con esto, el video busca ofrecer diferentes momentos y circunstancias individuales y colectivas que expresen el tema central, la tristeza humana.
La versión del video oficial y la del álbum no son precisamente iguales, pues el video capta una interpretación en vivo de la banda donde algunas frases cambian de manera sutil. Además, hay momentos en que las vocales de Casablancas son absolutamente indescifrables, por lo que el video incluye subtítulos para un mejor entendimiento del lector. Aun así, la canción no cambia sustancialmente, aunque aquí preferimos la versión del álbum.
Una misa para los difuntos
A nivel musical, el origen de la canción está en la Misa de Réquiem en re menor compuesto por Mozart, pues Casablancas recibió un sample de esta pieza que despertó su interés y lo impulsó a componer la canción. Algunas de sus etapas, principalmente toda la primera sección, el primer interludio y el final, incluyen pasajes de cuerda que evocan la obra del compositor francés y el carácter litúrgico de la canción.
En la religión cristiana, réquiem es uno de los nombres que reciben las misas de difuntos, las ceremonias que se realizan a los muertos antes del entierro o en actos de recuerdo o conmemoración. Las piezas musicales compuestas para estos momentos también se conocen como réquiems, siendo parte de lo que entendemos por música religiosa. Siendo así, y considerando la proximidad de fechas, Human Sadness puede entenderse como la despedida de Julian hacia su padre, una reflexión de su relación con él y un intento de hacer las paces y lidiar con su ausencia.
El coro de la canción refuerza este enfoque (Beyond all the ideas of right and wrong, there is a field/I will be meeting you there). en tanto nos presenta a Julián reconociendo su propia mortalidad y su creencia de que, después de morir, se encontrará con su padre en un sitio donde nuestras nociones de lo bueno y lo malo no tienen significado y las consideraciones éticas de nuestras acciones pasadas no importará.
Reproches, anhelos y la necesidad de conectar
Uno de los temas recurrentes en Human Sadness es la ambivalencia de los sentimientos de Julián hacia su padre. Por ejemplo, hay fragmentos donde dice que su simple presencia era suficiente para él (Wanted you, didn’t ask for nothing) para, de manera inmediata, afirmar que no quiere seguir esperando y desea seguir adelante con su vida (Wait for you on and on).
Llega un momento donde él reconoce la ruptura completa de la relación y el rechazo hacia todo lo que su padre representa (And I don’t need your tie, I don’t need to, tired of saying it), agregando que cualquier intento de hablar las cosas y repararlas no tiene sentido (We don’t need more talk, don’t empty out your canteen on the desert floor).
Hay una parte de la canción que señala uno de los efectos de la distancia que Julián tuvo con su padre durante gran parte de su vida: la apatía (Not your son/Not your friend/Not your enemy). Él no se podía, o no quería, verse a sí mismo como hijo de un padre que no estuvo presente para ayudarlo ni guiarlo a transitar la vida, pero tampoco estaba dispuesto a ceder al resentimiento y a la tentación del odio. Por ende, Julián resuelve ser indiferente y neutral ante quien, fácilmente, puede ser un desconocido.
Sin embargo, después de todo, el vocalista no puede evitar sentirse mal por lo sucedido, incriminándose por la distancia que su padre ha marcado entre él y su mamá (Never wanna spell it out/I just want to say that it is all my fault) y lamentando el tiempo supuestamente perdido que su padre invirtió en él (I know you won’t get back your time/I wish that you could take it back).
Estas idas y venidas entre querer tener una relación real con su padre y rechazar por completo cualquier oportunidad de construirla para seguir adelante nos permite volver al coro. Cuando Julian dice que se encontrará con él en un sitio donde lo correcto y lo incorrecto no aplica, señala que este es el lugar, quizá el único, donde podrá terminar esta relación tumultuosa y limar cualquier aspereza entre los dos.
El hijo no será como su padre
Cerca del final, Human Sadness cambia el foco de la relación entre Julián y su padre, explorando un poco la manera en que el vocalista se siente respecto a su primer hijo, Cal Casablancas, nacido en enero de 2010 y que tuvo junto a su ahora exesposa, Julie Justin. Este cambio de perspectiva se expresa musicalmente en la transición de una sección agresiva y frenética de la canción a otra mucho más tranquila y que recuerda a su comienzo.
A diferencia de la actitud que atribuye a su padre, Julián se muestra aquí como alguien más comprensivo hacia su hijo y entendiendo su indefensión típica de bebé (Soft skin, weak chin/Just walk me through it, tell me what to do, I’ll do it/Hurry, hurry, that’s my baby/Ohh, do what you can). Lo que expresa Julián da cuenta de su deseo por romper el trauma generacional y convertirse un verdadero padre para Cal y Zephyr, su segundo hijo y nacido en 2015, así como de no repetir los mismos errores de John y que determinaron su vida.
Julián reconoce esta transición de hijo hacia padre en la idea de esperar (All the time he waits for me/And now he talk from time to time). Ya no es la persona a la expectativa de las acciones de otro, su padre en este caso, sino que ahora tiene la responsabilidad de orientar y guiar a su hijo a medida que transita por la vida. Ahora es Julián quien debe tomar la iniciativa y corresponder a las necesidades de su hijo.
Otra manera de interpretar los versos anteriores es Julián reflexionando sobre la muerte de su padre y en el hecho de que él lo está esperando en aquel sitio donde lo correcto y lo incorrecto no tienen lugar.
Un marco narrativo más amplio
Más allá de que la canción arroja elementos que delatan su naturaleza personal en la carrera de quien es uno de los principales referentes del rock del nuevo siglo, Human Sadness no deja de ser parte de un disco con temáticas globales que dan cuenta de su perspectiva en temas como el comercialismo, el capitalismo, la política, y otros asuntos ajenos (en su mayoría) a la discografía de The Strokes.
Una de las primeras claves de esto está en los versos iniciales (Put money in my hand/And I will do the things you want me to), que establecen inmediatamente el vínculo del tema con un álbum que explora el efecto de la codicia y la corrupción sobre el comportamiento humano. Esta parte, casi susurrada por Julian, nos sugiere que la avaricia es una parte inseparable de nuestra naturaleza desde tiempos inmemoriales y, probablemente, el principal motor detrás de nuestras acciones.
Otra instancia que es importante mencionar se encuentra alrededor de la mitad de la canción, donde Casablancas nos advierte de los peligros de consumir la televisión y asimilar toda la información que recibamos de ella sin un sentido crítico que filtre lo que nos sea útil de lo que no (Come here, shut down and tune in tonight/Learn the words that they teach you without you realizing it/Come here, sit down and watch some TV).
Es cierto que describimos Human Sadness en los términos de una relación padre-hijo conflictiva. Aun así, la manera en que la canción está escrita invita a que las personas le atribuyan el significado personal que deseen dentro de los límites de la canción, de forma que distintas situaciones de melancolía y desánimo pueden coincidir con las ideas de abandono, enojo y distanciamiento emocional existentes en el tema.
Escuchar la canción es pasar por una experiencia compleja y de varios matices. Además de que la letra nos ofrece situaciones que comprometen nuestras emociones y sensibilidad de maneras incómodas y dolorosas, Human Sadness desafía nuestra forma de consumir música al presentarnos transiciones inesperadas, momentos de saturación, vocales difíciles de descifrar, y otros elementos ausentes en las estructuras convencionales de la música popular.
Fuera de esto, Human Sadness constituye una poderosa declaración personal de Julián Casablancas en torno al impacto de su padre en su vida, reconociendo sus errores y dando a entender que la crianza de sus hijos será diferente para que, de esa manera, aspiren a una vida más completa y llena del amor paternal que él no tuvo la posibilidad de tener, o no de la manera que quería.