Humus posee una gama amplia de temas, pero como diría Montalbetti, en este libro no es tan importante lo que se dice como lo que se le hace a la lengua. En esta muestra es posible percibir la mezcla entre orden y caos, que da como resultado una exactitud dislocada en los versos. La libertad y el dominio en la poesía de Alezones derivan en momentos de profunda contemplación o de intensa locura.
La breve selección que traemos inicia con “Mi padre muerto”, poema de largo aliento que no se limita a la elegía o al lamento; explora la metamorfosis de la muerte en medio de la naturaleza viva. Asimismo, las demás piezas poéticas están atravesadas por una imaginación desbocada y emotiva. En “Los azules del Camoruco” (para dar un ejemplo de imaginación y emoción) Jesús aparece desvencijado y compadecido por la humanidad. En “Máxima” encontramos el aliento breve, cercano al haiku (con lo cual tenemos una variedad de registros igual de efectivos). Los dos poemas que cierran son, sin embargo, más crudos, prosaicos y entablan diálogos con el periodismo y los paisajes urbanos.
Esta muestra es “para que los que saben de rap se me deleiten”, como dice En el valle de las sombras Canserbero. Aunque no sea rap –pero casi– disfruten.
Cristian Garzón
***
Mi padre ha muerto
mi padre ha muerto
en el descanso de sus ojos están los peces bebiendo de su llanto
sus huesos charlan de noche y cabalgan un establo infernal
andan por una hoja de llantén salpicada de rocío
si queman a judas yo lloro con él
y lo recuerdo saltando en medio de aquel fuego
yo hablo por él
para ver cómo los pájaros lo aquejan en el árbol
donde yace bostezando su cráneo boca arriba
visitado por las mariposas que se hicieron sobre los pétalos
mi padre vive en el perfume de las hojas secas
cuando la tierra nos invita a una canción hambrienta
yo creo poder verle de pie
tambaleándose sobre la pila bautismal
mi padre fue bautizado al cumplir tres años
y tomó la hostia como un vampiro de la lujuria
él fue el único que la mordió
e hizo un pan de sí mismo con el que supo alimentarse
¿a estos peces quién los multiplicará?
¿quién vendrá luego de sorber los vinos?
el cuerpo de mi padre está lleno de voces y pájaros
que anuncian su retirada del mundo
durante décadas jugué a trabajar la tierra
tratando de cavar una fosa que le fuera cómoda
nunca me di cuenta de que se tocara con mi madre
ella desde la juventud siempre fue un labio roto
y ahora todos dialogamos en una canoa que va directo
a un jardín sembrado de azufre
mi padre ha muerto
sus huesos conversan su desvelo con los anocheceres
y los pajarillos arroceros
***
Un pasado lleno de duendes
–corre o mejor elévate–
al fin te desharás
de ese pasado lleno de duendes
los mirabas correr
te increpaban en todas partes y les temías
profesabas un gran respeto al hablar de ellos
aunque con altanería los perseguiste
como si su oro llenándote la busaca del pantalón
te impidiera despegar de la tierra
3,1416
nadie recuerda un valor para el “cálculo” de la gravedad
ni para los renales
tus bigotes llenos de coca-cola
eres un pez y un gato
en el pasado con los duendes
y papá pitufo te ha pedido que le regales la lata vacía
a cambio de permitir que bebas en su taza
dejando un poco de ceniza
ahora lo sabrás
ella
la muerte
es un hongo
que espumea dentro de cada uno
***
Los azules del Camoruco
vi a jesús y olía a cigarro y colonia barata
su barba a medio crecer
pues llevaba hojas de afeitar
dentro de una botella de cartujo
llagado se lamentó por nosotros
ya que es propio del amor
querer a quienes nos ignoran
despacio hijo redimido del vicio
encontrarás el ala del ángel
volcada sobre cada mendigo
por si bastase proteger la locura
al genio que contó milenios
para hacer de su carne nuestro albergue
***
3:02 A.M.
de madrugada escucho correr los autos en la avenida
y los imagino estrellarse
yo también me estrello contra el firmamento
para abandonar lo que nos define
soy la sed de cada fuego apagándose
una vela encendida por el día de resurrección
una vela de quien ora por el descanso de sus hijos
en un velorio
ya que iban en ese auto imaginado
***
Somos peces en aros de plástico
no hay días para tanta noche
ni estrellas navegables
cuando eres un pez
en lo lánguido
de la lámpara de dios
uno de tus ojos
basta para todo el lago
pero no para el que separa
su última cerveza en la orilla
y debemos
nada debemos
cantamos esta basura
en que estamos atrapados y listo
***
Máxima
la libertad es como el alma
si no existe la habremos creado
***
Otro cielo
dios me habita
y la palabra me enluta
llevo panes mohosos
por estrellas que no vemos
y memorias de borrachos gritándose
por cantos de ballena
ahora que las confesiones
ya no son necesarias
hay perros viviendo
en los techos de las casas
y el tabique perforado de un adicto
es el único cielo al que podremos ir
***
Detrás de las cámaras
(a) SEÑAL
señor periodista
usted ha sido contratado
cualquier manifestación personal
le costará el cargo
limítese a emanar confianza
por terrible que parezca no tener
para pagar el psiquiatra de los televidentes
(b) COKE [AL AIRE]
soplé en la botella
el mundo se desaceleró
con mi canción
ahora estoy listo
para beber de otra
siento su gas
enfiestando mi garganta
hasta mi respiración
(HECATOMBRE URBANA)
irse
es ese país
al que diariamente
todos intentamos salvar
y así sentimos lo que el toro
cuya piel se llenó de dardos
quisiéramos veneno en la sangre
pero todavía hay cielo
trepados como una pereza
del sufrimiento
de aquel portador de las dignidades
al que le resbala encima la espada
luego de la capa)
***
Estos poemas se encuentran en Humus, antología del autor recientemente publicada por la editorial colombiana Totuma Libros.
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