El reconocimiento artístico y comercial que Queen mantiene hoy en día era prácticamente inexistente en sus inicios. Queen (1973), su álbum debut, no se posicionó muy bien en las listas de éxitos de Reino Unido ni de Estados Unidos, y los dos sencillos desprendidos de él, Keep Yourself Alive y Liar, no se cristalizaron como hits. Aunque Queen presentaba muchos de los rasgos que posteriormente distinguirían el sonido de la banda, estos rasgos todavía tenían que pulirse y trabajarse aún más.
Para su segunda producción discográfica, Queen decidió trabajar a lo grande contando ahora con mayor experiencia en el estudio y condiciones de grabación ligeramente más favorables. El resultado fue la obra más pesada de su discografía y una muestra especial de las aptitudes compositivas, líricas y vocales del atemporal Freddie Mercury, que reservó todo un lado del disco para demostrarnos por qué Queen es un grupo multifacético e inclasificable.
- Un álbum de contrastes
Queen II es el segundo álbum de Queen, banda británica de rock. Fue lanzado originalmente el 8 de agosto de 1973 en Reino Unido por EMI y en Estados Unidos por Elektra Records. Constituido de 11 canciones, Queen II es un álbum que encapsula estilos y características propias del rock progresivo, hard rock, heavy metal, glam rock, piano rock, y art rock, siendo uno de los trabajos más diversos de la banda en todo su catálogo.
Ciertas canciones de Queen II, como Ogre Battle, Father to Son, Procession y White Queen (As it Began) ya habían sido estrenadas en vivo antes de integrar formalmente un álbum de estudio, pero la banda había decidido grabarlas cuando contasen con mejores condiciones técnicas y una mayor libertad y experiencia creativas[1], aspectos ausentes durante la producción de Queen (1973).
Una característica llamativa de Queen II es la nomenclatura que Queen decidió usar para referirse a las dos mitades en la cual se dividía el disco de vinilo, el formato de reproducción por excelencia de la época. En vez de clasificarlos como Lado A y Lado B, la banda decidió denominarlos Lado Blanco y Lado Negro.
El Lado Blanco tenía a Brian May y Roger Taylor como únicos compositores de las pistas (May con 4 y Taylor con 1), mientras que Freddie Mercury se había hecho cargo de escribir las 6 canciones que conformaban el Lado Negro. El Lado Blanco aborda temas más emocionales, y el Lado Negro contiene relatos de fantasía con tintes oscuros, marcando el contraste surgido de la diferencia compositiva de las secciones.
- Lado blanco
Las 4 canciones de May y la contribución única de Taylor hallan su lugar en la primera mitad de Queen II. En esta sección percibimos la maduración de las habilidades compositivas de Brian y Roger frente a lo hecho en el álbum previo.
Procession es la primera pista. Una canción instrumental de poco más de 1 minuto que inicia con una serie de latidos cardiacos que posteriormente son acompañados por la guitarra de Brian May en un ánimo claramente solemne, como si musicalizase una marcha fúnebre.
Le sigue Father To son, otra composición de May donde ingredientes del rock progresivo se dejan a ver a medida que nos acercamos al relato de un padre hablándole a su hijo. White Queen (As it Began) nos otorga un espacio más lento, melódico y melancólico al presentarnos una historia de adoración y tristeza en torno a la Reina Blanca, una enigmática figura que quizás nuevamente se presente en el disco, pero con otra forma.
El momento más introspectivo de Queen II lo presenciamos en Some Day One Day, otra obra bajo la autoría de Brian May donde él por primera vez es la voz principal. La nostalgia atraviesa esta canción por medio de un relato retrospectivo hacia un pasado cuyos efectos se perciben aún sobre el presente del narrador.
El Lado Blanco cierra con The Loser in the End, única contribución compositiva de Roger Taylor al disco. Con un estilo similar a los primeros discos de Led Zeppelin, The Loser in the End es la canción con menor cohesión musical respecto al Lado Blanco, y también con Queen II en general. Aquí se aprecia el estilo lírico de Taylor, inclinado a temáticas más ligeras con un acentuado espíritu juvenil.
- Lado negro
Encontramos en el Lado Negro múltiples arreglos de voz y arpegios en canciones que abordan la fantasía como temática general, pero sin constituir una narrativa sólidamente cohesionada. A diferencia del Lado Blanco, donde la voz principal se alternaba entre May, Mercury y Taylor, las seis canciones del Lado Negro tienen a Freddie como único ejecutor de esa labor.
Todo empieza con Ogre Battle, uno de los trabajos más pesados de Queen donde los efectos de guitarra de May y el desempeño vocal de Taylor simulan una batalla de ogros que Mercury relata con mucho realismo. Como dato curioso, el inicio instrumental de la canción no es más que el final puesto en reversa.
The Fairy Feller’s Master-Stroke continúa desde el final de Ogre Battle, ofreciéndole al oyente un cambio de estilo muy bien realizado por Queen. La canción se basa en la pintura de Richard Dadd que lleva su mismo nombre, y la obra acepta esa inspiración al mencionar características de la pintura y sus personajes, como el Tatterdemalion.
El breve solo de piano al final de Fairy Feller’s introduce una corta y conmovedora balada sobre el dolor de un amor perdido, Nevermore. Nuevamente las armonías dicen presente en un rol de apoyo a la bella interpretación pianística de Freddie, que canta vivaz y sentimentalmente.
A pesar de que las canciones del Lado Negro son excelsas por su producción y complejidad, indudablemente The March of the Black Queen es la punta de lanza del Lado Negro y de Queen II en general. The March of the Black Queen aborda con elegante crudeza la maldad de la Reina Negra (¿la Reina Blanca caída en desgracia?) sobre sus súbditos y dominios.
La estructura de The March of the Black Queen contiene secciones que se diferencian por las diferencias de ritmo y de estilo entre ellas, un aspecto que comparte principalmente con Bohemian Rhapsody, Liar, My Fairy King e Innuendo, todas canciones donde Freddie Mercury tiene créditos de autor en solitario o, en el caso de Innuendo, compartidos.
El clímax de March of the Black Queen ocurre en el primer segundo de Funny How Love Is, una canción cuyos ritmos transmiten la idea de festividad a medida que repasa al amor desde una mirada reflexiva y alegre. Quizás sea la canción menos llamativa del disco, “honor” que puede compartir con The Loser in the End.
Queen II cierra con Seven Seas of Rhye, el único sencillo desprendido del disco. Escrita con la idea de convertirse en un hit, Seven Seas of Rhye empieza con una distintiva introducción de piano arpegiado grabada a dos manos, pero que Freddie tocaba fácilmente con una sola en presentaciones en vivo.
Esta canción relata la llegada de un poderoso ser al reino mágico de Rhye, una tierra de fantasía que Freddie compartía con su hermana menor durante su infancia. La canción y el disco culminan con la banda cantando un fragmento de una canción de salón, I Do Like To Be Beside The Seaside. La melodía de este final integraría el inicio de Brighton Rock, la pista inicial de su siguiente álbum de estudio.
- Legado
El reconocimiento que recibiría Queen II no se dio masivamente al momento de su lanzamiento, sino que vendría meses y años después, ya con una banda en pleno pico de popularidad en Reino Unido y Estados Unidos. Sin embargo, este fue el primer álbum de la banda en llegar al Top 10 en Reino Unido con una destacada quinta posición, y con un sencillo con éxito comercial, Seven Seas of Rhye, que escaló hasta la décima posición en la lista de sencillos de UK.
Queen II ha sido referido por la crítica especializada y medios en general como uno de los mejores trabajos de la banda y una obra que encapsula uno de sus momentos más creativos, exquisitos e, irónicamente, menos conocidos en comparación con lo que Queen sería después. Principalmente son los seguidores más dedicados de la banda los que conocen al grupo en esta etapa de su carrera y los que reivindican a Queen II como álbum fundamental para comprender los antecedentes de Bohemian Rhapsody.
La portada del álbum es un clásico de la banda y del rock en general[2]. Con autoría de Mick Rock, la imagen de los cuatro integrantes vestidos de negro y posicionados para formar un diamante fue reutilizada por la banda posteriormente, especialmente en los videos promocionales de Bohemian Rhapsody (A Night At The Opera, 1975) y One Vision (A Kind of Magic, 1986).
Queen II hallaría su lugar en los setlists de las giras posteriores de la banda, pero lentamente dejaría espacio para las nuevas canciones y sencillos. Una breve interpretación de The March of the Black Queen en 1978 daría inicio a un periodo de 6 años donde ninguna pista de Queen II se asomó a las presentaciones de la banda. Fue a partir de 1984, en la gira promocional de The Works (1984), cuando nuevamente alguna de las canciones de su segundo disco haría acto de presencia, como lo hizo Seven Seas of Rhye.
- Quizás te interese…
Queen (1973) es el álbum inmediatamente precedente a Queen II. A través de las 10 canciones que conforman el disco se perciben algunos rasgos característicos de la banda que se fortalecerían en su segunda producción. Rock progresivo, rock psicodélico, folk rock, hard rock, heavy metal son los géneros presentes en un disco que destaca por introducciones elaboradas y relativamente extensas y por canciones con súbitos cambios de ritmo, un rasgo distintivo de la banda que perdería fuerza a partir de The Game (1980).
- ¿Por qué escuchar Queen II?
Queen II representa una etapa de maduración en el sonido de Queen respecto a su álbum debut. Como su nombre sugiere, este disco es una continuación de lo presentado en Queen, pero con un desarrollo más maduro y profundo de las estructuras en las canciones de May, Mercury y Taylor, que eran los miembros de la banda con contribuciones compositivas para ese momento.
Este álbum quizás represente el ejemplo más continuo de la genialidad lírica y musical de Freddie Mercury en el momento temprano de la banda. Las seis canciones de su autoría evidencian sus habilidades compositivas a nivel lírico, con una fluidez y claridad destacadas, y a nivel musical, con composiciones elaboradas que extraen elementos de una diversidad de géneros como el heavy metal, rock progresivo, art rock y piano rock.
Al no ser una producción especialmente comercial de la banda hoy en día, es una oportunidad para conocer un sonido distinto[3] al cual está sembrado a lo largo y ancho del mainstream de la cultura pop. Queen II no ofrece la cara de la banda que los sencillos más populares transmiten al público, pero es una parte fundamental de su evolución musical y de su historia.
- Palabras finales
Apenas siendo su segundo álbum de estudio, en Queen II ya se identificaban los rasgos que caracterizarían y diseñarían el distintivo y fácilmente reconocible sonido de la banda: armonías donde las voces de May, Mercury y Taylor se mezclan fantásticamente; las majestuosas facultades vocales de Freddie, múltiples armonías superpuestas, súbitas transiciones entre estilos musicales en una misma canción y diversidad de géneros musicales son aspectos explorados en esta producción.
Todo lo anterior se trasladaría a trepidantes conciertos en vivo[4] en una época donde el sonido en vivo de Queen era bastante pesado para sus posteriores estándares, pero sin sacrificar los arreglos musicales bien cuidados que demostraban la virtuosidad de sus integrantes. Como siempre, la carismática personalidad y majestuoso talento vocal de Mercury encendían el escenario, interactuando con un público visiblemente emocionado por las presentaciones de la banda.
Aunque sería Sheer Heart Attack (1974) el álbum entrada de Queen en la discusión musical de Reino Unido a mediados de los setentas, y A Night At The Opera (1975) el disco que los consolidaría en dicho panorama y que además los haría ganarse reconocimiento eterno por Bohemian Rhapsody, el trabajo hecho en Queen II (1974) ya presagiaba el futuro de una agrupación legendaria e imborrable en la historia de la música.
[1] Para la producción y grabación de Queen (1973), la banda solo podía usar los estudios Trident cuando ningún otro artista los estuviese empleando. Muchas veces debieron tocar y grabar en la madrugada.
[2] Esta formación se ha vuelto objeto de homenajes y parodias referentes a la banda en la cultura pop.
[3] Los primeros dos álbumes de Queen fueron muy influenciados por Led Zeppelin, The Who, Black Sabbath, y otras bandas de la época.
[4]Live At The Rainbow´74, publicado en 2014, captura dos conciertos de la banda en 1974.